“Donde está tu corazón ahí está tu tesoro”

tony redes

“Donde está tu corazón ahí está tu tesoro”

Es momento de hacer un autoanálisis para poder darnos cuenta de dónde están colocadas nuestras esperanzas, aquello que más nos alegra en la vida, descubrir el sentido de por qué estamos aquí en este momento.

Esta pandemia podrá arrebatarnos nuestra salud y tal vez para algunos la misma vida, pero lo que no podrá robarnos es nuestra esperanza, fe, amor y solidaridad para con los demás. Es momento de volver atrás y percatarnos de dónde nos perdimos, en qué o quiénes depositamos lo más valioso de nuestra vida, de aquello que nos permite actuar como seres civilizados.

Son tiempos de prueba, de volver a nuestro origen, de darnos cuenta de quiénes somos con la posibilidad de reinventarnos, descubrirnos y catapultarnos hacia el futuro, sin olvidar de vivir nuestro presente de una forma dichosa.

Hoy todo parece confuso, todo es incierto, nada es seguro, estamos siendo invitados a vivir como lo decían los hombres santos o iluminados de aquellos ayeres: “vive cada día como si fuera el último de tu existencia; vive cada día como si fuera el primero de tu vida”.

¿Cuántos de nosotros somos conscientes de que tal vez hoy o la próxima hora será la última de nuestra existencia?

No es para alarmar, pero sí para ser conscientes y comenzar a vivir de una manera distinta, de una manera más “despierta”. Es momento para saber de qué personas estamos rodeados, si el día de mañana ya no estuvieran ¿Cuál de ellas en verdad sentiríamos su ausencia? ¿En cuáles de ellas está nuestro corazón?

Tiempos de cambio, tiempos de pensar diferente, de hacer cosas diferentes para lograr resultados diferentes. Como seres humanos pensantes algo que siempre ha sido característico de nosotros es el de inventar, crear, innovar, pues es el momento para ello, la plataforma está puesta, debe ser más grande nuestra Luz y Amor como para poder salir victoriosos de este momento de crisis, y crisis tomada como oportunidad para adaptarnos y no extinguirnos.

Si todo resulta tan incierto y confuso, deja de pensar en lo que pueda pasar y comienza a accionar lo que sí puede suceder y está a tu alcance: dale más tiempo de calidad a los que están a tu alrededor, abraza fuertemente a quien te esté acompañando en tu casa, platica más sobre aquellos temas que tal vez nunca has hablado con tu pareja o hijos, lee para ti y para los demás, prepara aquel platillo que hace mucho no has disfrutado, sigue motivando a los que han perdido esperanza publicando algún artículo o editando algún vídeo a través de las redes sociales, ten mayor contacto con esos seres vivos que comparten tu hábitat como pueden ser tus mascotas y plantas, no olvides de interiorizar a través de un encuentro contigo mismo meditando cuantas veces sea posible, aliméntate sanamente sin olvidar que eres una Alma viviendo una experiencia humana. Y todo lo anterior únelo lavándote constantemente las manos y quedándote en casa, haciendo vida el valor de la responsabilidad y solidaridad, sé obediente cuidándote a ti y a la vez cuidando a los demás.

Cuando descubras dónde está tu corazón, ese día cualquier pandemia o muerte sólo serán los medios para poder trascender, descubriendo a través de estos agentes meros trampolines para catapultarnos hacia algo mejor, al descubrimiento de nuestro verdadero y auténtico ser, de quien podemos llegar a ser.

No lo olvides, todo te podrá ser arrebatado, menos aquello que habita dentro de ti, aquello que te es intrínseco, aquello que perdura a través del cambio y la catástrofe.

“Hay algo imposible de robar, y ése es el verdadero tesoro. Donde está tu corazón, ahí está tu tesoro”. (Tradición zen)

Suscríbete al blog por correo electrónico

Introduce tu correo electrónico para suscribirte a este blog y recibir avisos de nuevas entradas.

Únete a otros 174K suscriptores