“Renuncia a las etiquetas”
Las etiquetas nos separan.
Nos hacen entrar en un mundo de superiores e inferiores, de lo bueno y lo malo, de aquello que nos beneficia o perjudica, de lo sano y tóxico.
Toda etiqueta hace una división, una diferencia, nos exhibe, nos hace sentirnos esclavos o amos.
Existe una etiqueta mayor, la cual debería ser clausurada de nuestro vocabulario y ella se llama: ERROR o EQUIVOCACIÓN, como prefieras llamarla, de todas formas, su efecto es el mismo.
El día que erradiquemos esa “Gran Etiqueta” de nuestra mente, de nuestro vocabulario, de nuestras propias acciones, ese día comenzaremos a disfrutar de los demás, de esos “Grandes Guerreros” que han sido colocados para nuestro aprendizaje, para nuestro desarrollo personal, para continuar Evolucionando.
No etiquetemos con… “tú cometiste errores”… “tú te equivocaste”, y por ende tendrás que ir arrastrando esa culpa, así como Caín con su marca la cual le impediría ser aniquilado por toda su vida… caminar arrastrando su culpa por siempre.
Sólo vive y permítete disfrutar todo, agradecer todo, darlo todo, sin quedarte con nada, ya que una mano llena no puede recibir algo nuevo, tendrá que abrirse, dejar ir, para poder recibir y ser un canal por donde fluye la abundancia, la riqueza, la sabiduría, la paz y la salud.
Si nos atreviéramos a vivir sin etiquetas, viviríamos en armonía, confiando unos de otros, sabiendo y reconociendo que hay alguien que se preocupa por mí, por mi bienestar y que por ende yo tendré que hacer lo mismo por los demás, desde el más puro e infinito Amor.
Cuando las etiquetas de raza, color, peso, medida, nivel social, CI, economía, etc., se erradiquen, se podrá dar la entrada plena al Amor, para quien todos son iguales, desde su esencia, desde el servicio. Ese día la raza humana iniciará su era de humanidad, de vincularse con el otro sin palabras, así como lo hacen nuestros “Grandes Maestros” los Animalitos.
La etiqueta es la primera coraza que deberá ser quitada para que podamos caminar en este viaje como Seres de Luz, personas humanas que se vinculan desde el Amor sublime y grandioso… la Divinidad.
Atrévete a vivir fluyendo, dejando que tu esencia viaje de aquí para allá, realizando grandes obras de amor y de paz.
Jamás olvides lo que eres, al igual que tus semejantes… somos viajeros viviendo una experiencia de vida, pero tarde o temprano tendremos que seguir trascendiendo.
Gracias por estar aquí y ahora Gran Viajero del Tiempo.
“Renuncia a las etiquetas. Sólo la malvada mente etiqueta mientras el sobrio espíritu no etiqueta”.
