TRINCHERA
CIUDADANA
SALDOS
DE LA ELECCIÓN PRESIDENCIAL
No había nada nuevo que
esperar el pasado domingo. Absolutamente todas las mediciones fueron
consistentes desde noviembre del año pasado y las tendencias se mantuvieron
estables. López Obrador ganó con tal contundencia que sus rivales reconocieron
su triunfo poco después de las 9 de la noche y de haber existido segunda vuelta
electoral, AMLO no la habría necesitado. La coalición “Juntos Haremos Historia”
tendrá mayoría en ambas Cámaras y contará con un mandato amplio y una enorme
responsabilidad por cumplirles a los millones de ciudadanos que creen en el
proyecto y que ven en López Obrador al hombre necesario para México.
Hace pocas semanas
decía en mi colaboración AMLO PRESIDENTE lo siguiente: “Esta elección la va a decidir la víscera y no la razón y en ello
llevarán una enorme responsabilidad los gobiernos neoliberales que fueron
corruptos, que fueron incapaces de mejorar la situación de seguridad y que no
cumplieron con su promesa de convertir a México en un país más justo y
equitativo”. La realidad es que Fox decepcionó al poco tiempo al convivir y
tolerar al putrefacto sistema. Sus frivolidades y su traición a la democracia
lo marcarán de por vida. Calderón pactó con personajes horrorosos y durante su
sexenio, a pesar de la estabilidad económica, comenzó el desastre en materia de
seguridad. Con Peña, aunque hay cosas muy rescatables, pesó más, mucho más y
con toda razón, el incremento de la inseguridad y los escándalos de corrupción.
La gente se hartó, AMLO lo comprendió y canalizó el enojo.
Hoy MORENA, 4 años
después de haber sido fundado, se convierte en la principal fuerza política
nacional. Ha conseguido sendas victorias en la CDMX, Tabasco, Morelos, Chiapas
y Veracruz. Su cosecha de votos en otras entidades fue impresionante y le
otorgará un margen de maniobra que no habíamos visto hace mucho tiempo. Ha
desplazado a partidos políticos porque los vació, porque aceptó absolutamente
todo lo que electoralmente le fuera útil. Hoy el PRD es un partido con fuerza
ínfima que perdió su principal bastión. Al PRI le dieron la paliza de su vida.
No ganó ninguna de las 9 gubernaturas en disputa y quedó en tercer lugar en
varias de ellas. El tricolor contará con apenas 45 diputados (hoy tiene 205) y sólo
15 senadores (hoy tiene 55). Su fuerza se ve reducida a la de un pequeño
partido y la sangría podría continuar. En el PAN, Ricardo Anaya se convirtió en
el Roberto Madrazo del 2006. Desde la dirigencia nacional se adueñó de la
candidatura, fracturó al partido y quedó en un lejanísimo segundo lugar. Los
blanquiazules le cobrarán muy caro su desempeño.
MORENA pues cuenta con
un amplio mandato. Ojalá, por el bien de México, el gobierno de López Obrador
sea exitoso. Que respete las libertades individuales, que tolere la crítica y
el disenso, que se instituya como un presidente honesto y que no tolere la
corrupción que tanto dice combatir. Ojalá también que en su amplísimo
movimiento pesen más, mucho más, las voces de los moderados como Alfonso Romo,
Tatiana Clouthier, Esteban Moctezuma u Olga Sánchez Cordero y que no se deje
llevar por los peleoneros reventadores como Gerardo Fernández Noroña, John
Ackerman o Paco Ignacio Taibo II.
Pero también, espero
que la oposición cumpla con su papel de contrapeso y denuncie y señale
cualquier irregularidad. México lo necesitará.
No tengo espacio para
abordar el tema estatal y local, por lo tanto, lo dejaré para el próximo jueves.