SOBRE LA ASAMBLEA DEL PRI

hector redes

TRINCHERA CIUDADANA

SOBRE LA ASAMBLEA DEL PRI

Esta semana el Partido Revolucionario Institucional llevará a cabo su XXII Asamblea que definirá el método y las reglas a seguir para elegir candidato a la presidencia de la república. Ya en ocasiones anteriores lo veníamos platicando amables lectores y coincidíamos en que en esta ocasión y quizá con mayor fuerza que en el año 2000, la situación política le juega en contra al tricolor tras la baja tasa de aprobación del presidente Peña (la peor desde que se hacen esos ejercicios) derivada de diversos factores tras 5 años en el poder y de la suma de escándalos protagonizados por gobernadores corruptos emanados del PRI, pero aun así, el ex partidazo se aferra a cualquier posibilidad de mantenerse en Los Pinos, es por ello que lo que se decida en la Asamblea puede ser decisivo en las posibilidades del partido.

La ex gobernadora de Yucatán y actual diputada federal Ivonne Ortega Pacheco, es la figura de un grupo de priistas que impulsan una consulta a las bases para elegir al candidato presidencial. Las huestes de Ortega (quien aspira a la nominación) rechazan el tradicional “dedazo” presidencial y quieren que el abanderado emane de un método democrático, “porque así lo exigen los tiempos” ha dicho la ex mandataria, pero la sola mención de un método de esas características prende los focos rojos entre el priismo tradicional, que recuerda la muy desgastante precampaña del 2000 en la que salió vencedor Francisco Labastida Ochoa luego de derrotar a un aguerrido y muy crítico Roberto Madrazo, ¿Será que sólo el “dedazo” de Peña es capaz de cicatrizar heridas y prevenir desfondes en el PRI?. Difícil contestarlo, pues hay que tomar en cuenta que a pesar de seguir siendo el líder del partido, Peña ha venido perdiendo fuerza y aunque su influencia será clave en el proceso, las circunstancias le impiden elegir a su hombre más cercano (Luis Videgaray) pues su personalidad y desprestigio cuando fue titular de Hacienda, lo imposibilitan a mi entender para ganar la elección de julio próximo.

Así pues, luego del ejercicio partidario, veremos si se levantan ciertos candados que harían inviables las candidaturas de José Antonio Meade, Aurelio Nuño y José Narro, por aquello de los años de militancia, aunque está claro que dichas prohibiciones podrían salvarse si el PRI realiza una coalición (PVE, PANAL Y PES seguramente), veremos si se abren las puertas a candidatos “ciudadanos” o si de plano los candados se mantienen y se hace evidente la pérdida de control que sobre su partido tiene el presidente Peña.

Por el bien del tricolor y de la contienda, es deseable que se supriman las restricciones consignadas en los estatutos, pues para el PRI no habría nada peor que una rebelión interna como la ocurrida en la XVII Asamblea en septiembre de 1996, en donde se impusieron candados que imposibilitaron las candidaturas de José Ángel Gurría y Guillermo Ortiz Martínez, las cartas fuertes del presidente Zedillo, que al quedarse sin “gallos” optó sin mucho entusiasmo por Francisco Labastida. Y de abrirse las restricciones, la contienda se podría ver favorecida si vemos como abanderado del tricolor a alguien como José Narro o José Antonio Meade. Aunque de algo sí estoy seguro, será el presidente quien nombre al candidato, está en el ADN priista, pero con mucho o poco margen dependiendo el resultado de la Asamblea.

Twitter: @gomez_cortina

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