A río revuelto. . .

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Celaya Internacional




A RÍO REVUELTO…

“Mi ideal político es el democrático. Cada uno debe ser respetado como persona y nadie debe ser

divinizado” Albert Einstein

La crisis de la pandemia por COVID19 llegó como una enorme ola, violenta y rápida a Occidente, como ya lo había comentado en otra ocasión, el virus que dio sus primeros brotes en agosto pasado en el sur de China, se mantuvo como una situación de la zona, incluso se le vio como el SARS, al saber que el virus no se podría controlar dentro de las fronteras debido al retorno de muchos ciudadanos chinos a los países americanos y europeos en los que residían, el gobierno chino le comunico a la OMS que diera la voz de alerta.

El inicio y los efectos los hemos visto ya, en muchos países se estableció el cierre de fronteras y el confinamiento de la población, los hospitales comenzaban a saturarse, aquellos que tardaron más en cerrar y establecer el Estado de Alarma eran ya avisados sobre las primeras acciones que deberían tomar, esto a través de la experiencia que se estaba viviendo, aún hoy muchos contamos ya con poco más de tres meses de confinamiento, otros únicamente lo tienen pensado para poco más de un mes y medio y algunos más ni siquiera lo aplicaron.

Al principio, este confinamiento casi en todas las naciones se comprendió, pero nuestra sociedad que siempre corre tras la inmediatez, tras la recompensa rápida o el castigo mínimo, no ha terminado de comprender el riesgo del COVID19 y apresuran a los científicos a encontrar una cura que sea algo así como la vacuna mágica creada en tan solo un mes y con resultados inmediatos, claro, sin reacciones secundarias, por supuesto que es comprensible que aquellos que están viendo mermada su economía doméstica exijan a los gobiernos respuestas, sin embargo hay muchos otros que simplemente buscan retomar la vida normal, tal como era antes de la pandemia y eso, querido lector, no va a suceder, éste virus ha causado un efecto de guerra, los cambios serán profundos, en muchos casos tendremos que acatar las nuevas normas pero en otros, debemos ser nosotros los ciudadanos quienes hagamos ese cambio.

Mire usted, en general en el mundo occidentalizado el absolutismo termino cuando cayó de golpe la navaja de ese novedoso invento bautizado como guillotina sobre el cuello del Delfín Luis XVI, si vemos lo que este representaba, era la decapitación a un mal gobierno, centralista de los poderes, egoísta, que veía al pueblo como un numero más de contribución, hace ya 227 años de aquel suceso que marcó al mundo y que de alguna manera reestableció el sistema de República o gobierno parlamentario basado en elecciones, mismo que con el paso del tiempo se ha ido perfeccionando en muchos países y en otros, se ha ido deteriorando.

Bien, pues precisamente a ese punto quiero llegar, la pandemia nos ha demostrado la verdadera cara de la política actual, sería muy extenso analizar la respuesta que se ha dado por parte de los gobiernos de tal suerte que he decidido enfocarme en general en la clase política que en muchos países como Alemania, Estados Unidos, España, México, Francia, Bélgica, Venezuela, Brasil, Ecuador, Bolivia y un largo etc., ha decidido polarizar a la sociedad, llevando su ideología partidista a la calle y abanderándola como lucha de derechos.

La reticencia a formar un frente común para lograr el mayor beneficio en pro de la sociedad nos demuestra de qué está hecha la nueva clase política, que no sabe cabildear, no sabe negociar y que más bien busca solo hablar con aquellos que se siente identificada, esta clase que no entiende y tampoco creo que quiera hacerlo, el porqué de la importancia de la política y los acuerdos a los que se tengan que llegar con aquellos que de entrada no piensan igual, no han entendido que se les eligió para un cargo popular porque tienen como único y más grande deber proteger los intereses del pueblo, de todos los estratos sociales, y no de pensar que se han ganado la lotería con ese cargo y enquistarse en el poder convirtiéndose en el menor de los casos en trapecistas de la política, saltando de un cargo a otro y dónde como cuota solo tienen que apoyar sin razonar todas las ideas de quien ahí lo puso.

Para que un político con su proyecto personal con beneficio a sí mismo se mantenga en el poder, es fundamental dividir a la sociedad, inundarla de su propio razonamiento castigando el pensamiento propio e individual, como ciudadanos debemos tener mucho cuidado, porque los nuevos políticos, los de los extremos tanto de derecha como de izquierda buscan llenarnos de miedos, darnos un absurdo paternalismo y culpando siempre a otros, buscan la división de la sociedad creando rencillas donde no las hay porque cuando se quiere mejorar una nación ya cuentan con herramientas legales para hacerlo, sin embargo vemos que en una época de una crisis de la magnitud de la actual y que ninguno habíamos vivido, se busca turbar más la aguas y ya sabe lo que dicen, a río revuelto, ganancia de pescadores, así que exijámosles y no con caceroladas sino con deposiciones reales de sus cargos, que su trabajo es mantenernos protegidos en todas las áreas, no permitamos que la ganancia sea de los vividores.

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