Extinción de los políticos

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Celaya Internacional



EXTINCIÓN DE LOS POLÍTICOS

Desde que inició el año, no hemos hablado más que del virus que se expandió como reguero de pólvora por el mundo entero, el COVID19 es obviamente el tema que figurara en los libros de historia cuando todo esto haya pasado, el 2020 será recordado de diversas perspectivas sobre el mismo tema; si era una de las plagas enviadas por una divinidad castigadora, si se cumplía una profecía del afamado francés Nostradamus, si China en su guerra comercial contra occidente había propagado el virus, si fueron las farmacéuticas o si es un control natal de las “elites” escondidas de gobiernan el mundo, y así, un sin fin de teorías conspirativas al respecto, sin embargo creo que el ya tan mencionado COVID19 ha sacado a la luz otro virus mucho más mortal y permanente, la miseria humana vestida principalmente, de políticos.

El manejo de una crisis, ya sea nacional o mundial tiene determinados requisitos, por decirlo de alguna forma, se tienen que crear grupos de trabajo, primeramente de expertos que son quienes llevarán una pesada carga de la misma porque deben hacer análisis de forma rápida, muy rápida, cruzar datos y obtener tanto la curva de mayor propagación del virus o enfermedad así como la curva decreciente, si es que hablamos de una pandemia, trabajar incansablemente para buscar alguna cura, luego está la reacción inmediata por parte del grupo encargado de atender en primera línea la pandemia, o sea médicos, enfermeras, camilleros, nutricionistas de hospitales, policías, fuerzas militares, vaya, todos aquellos que no han dejado de trabajar para que los demás estemos protegidos o bien, se nos obligue a protegernos y al mismo tiempo la clase política, aquellos que forman el gobierno, tanto Ejecutivos como los Congresos, todos ellos son los que deben dar la certeza jurídica y fiscal para que todos los ciudadanos podamos ser protegidos por las leyes que se promulguen durante para hacer frente a la emergencia.

A este respecto, hemos visto demasiados bulos, fake news o noticias falsas que circulan por las redes sociales, ese es otro enorme virus que causa mayor pánico o mayor irresponsabilidad en la sociedad, lo más delicado es que en la mayoría de los casos, son los propios políticos quienes han “soltado” esas noticias falsas pero sobre todo, son los políticos quienes se han encargado de dividir aún más a la población, esta situación no es exclusiva de México en donde hemos escuchado y leído las palabras clasistas e irresponsables del gobernador Barbosa, las también irresponsables declaraciones constantes del Presidente de México Andrés López quien en lugar de encabezar el gobierno se dedica a un proyecto ilusorio y a discutir con artistas y blogueros, sin embargo, para nuestra buena o mala suerte, no son los únicos, podríamos enumerar la cantidad de irresponsabilidades cometidas por Bolsonaro en Brasil, Trump quien en plena crisis sigue en campaña y atacando a periodistas en Estados Unidos, Johnson en Gran Bretaña, y quien por cierto, aún sigue hospitalizado, la lista es extremadamente larga, en España más que las acciones de gobierno son las reacciones de la principal oposición, las que han llamado la atención, los ataques sobre temas del pasado siguen premiando en lugar de entablar puentes y lazos para hacer un frente común contra la crisis sanitaria y la económica.

Es importante reconocer que en mayor o menor medida cada país está llevando reuniones para saber de qué forma se puede ayudar a sus nacionales, muchos de los cuales esperan ser repatriados, la atención médica y la seguridad de los trabajadores de la salud y las actividades necesarias, como el personal de limpieza y manejo de ambulancias, hasta las medidas fiscales para intentar paliar un poco no solo este momento de confinamiento, sino la posterior crisis que golpeará al mundo entero, pero desafortunadamente hemos visto que en las sesiones, mayormente se están aprobando leyes netamente con un tinte político y clientelista.

En México, mientras ya se conocía el avance del virus, el Congreso de Diputados aprobaba el aumento en su aguinaldo, cosa que por cuestión de una semana se contraponía a lo dictado por el Presidente López quien anunciaba que los funcionarios de primer y segundo nivel se quedarían sin dicha prestación, pero claro, los diputados no son funcionarios, son políticos; en el caso de Europa, el ponerse de acuerdo en el presupuesto y emisión de los llamados “coronabonos” para hacer frente común desde la Unión Europea, se veía frenado por el rechazo que Holanda, Austria y Alemania, hacían contra la cancelación de la deuda que los demás países europeos adquirirán para inyectar dinero a los trabajadores que se quedaban en paro, a todo esto, en general, en todo el mundo, o por lo menos en la mayoría se ha disparado otro nuevo virus, la ambición política.

Entiendo que en materia de política, cada actitud, aprobación y actividad desde hace mucho ha tenido un tinte propagandista, pero el dejar de lado su función esencial y el motivo por el que fueron elegidos es simplemente hacer énfasis en la nueva clase de seres humanos que están extinguiendo a los políticos, estos oportunistas están aniquilando a aquellos que buscaban la elección para ayudar a su comunidad y a su país, los de ahora, son personas que buscan tener una mejora económica, acceso a decisiones de poder que beneficien exclusivamente a  los suyos, los de ahora solo aprovechan la oportunidad de beneficiar a un familiar o amigo que termina siendo una persona incapaz para ejercer un cargo, esta nueva clase a la que no me atrevo a llamar ya, política, es más bien una clase de oportunista partidista, vividor del sistema y ególatra, ojalá que la extinción de los políticos a nivel mundial, no sea la extinción de la propia sociedad.

15/04/2020

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