LOS PRESOS DEL HAMBRE

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Celaya Internacional.



Los Presos del Hambre 


Desde el año 2008 se dio a conocer por parte de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), que el planeta comenzaba a vivir una etapa irreversible en cuanto a la crisis alimentaria, está se había hecho ya muy latente desde la década de 1980, pero no se le dio importancia mayor debido a que se tenía “reducido su impacto” a zonas de conflicto, sin embargo a principios de este 2018, se dio a conocer que 124 millones de personas en 51 países se vieron afectadas por la inseguridad alimentaria aguda en 2017, 11 millones más que el 2016.

Dentro de todas las necesidades básicas que el ser humano debe cubrir, el alimento es la mas importante, vivir en estado de abandono alimentario sería una de las peores situaciones a las que un ser humano se tenga que enfrentar, bien, pues por otro lado, hemos escuchado siempre decir que México es un país con mucha riqueza natural, vaya que el alimento sobretodo en el centro del país crece en el campo o los camellones, podríamos pensar entonces que carecer de aliento es algo que no se daría tan seguido en nuestro país.

Pues bien, vamos con cifras antes de comenzar una explicación, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y el  Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) señalaron en mayo de este año que el número de mexicanos en condición de pobreza aumentó a 53.4  millones de personas, aquí debo aclarar que la mayoría de las personas abandonaron la situación de extrema pobreza y “subieron” a pobreza, si bien es cierto que las condiciones de vida general mejoraron, los rubros de seguridad y alimento quedan rezagados.

Bien entonces, querido lector le platicaré de un grupo de personas que están en prisión por robar aliento en México, según cifras aproximadas, hasta diciembre del año pasado 7 mil personas se encuentran purgando penas de hasta 10 años por delito de hambre, lo que en muchos países se conoce como delito famélico.

Podría hacer un argumento netamente jurídico, pero el hambre es una cuestión social, así que tratarte de no abandonar ninguno de los dos lados para poder expresar aquí el tormento que viven quienes se ven afectados por tener hambre. Mire querido lector, en muchos países este tipo de hurtos se dan, como bien lo dice su tipificación, sin violencia ni intimidación, y por lo general se comenten hacia tiendas departamentales pertenecientes a la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD).

El delito famélico en México no está debidamente tipificado, aunque a finales del año pasado dos Diputados de la bancada de Movimiento Ciudadano presentaron la propuesta para modificar la ley, específicamente el artículo 15  que habla sobre la exclusión de delito y al que se le agrega la fracción XI…. “Exista robo por necesidad” y el artículo 379 del Código Penal Federal, el cual habla del castigo a quien incurra en este tipo de delito, y se le agrega la siguiente parte … “en los casos de delitos cometidos por necesidad, el perdón de la víctima u ofendido no será necesario para que el Ministerio Público desista de la acción penal en contra de las personas que cometan este tipo de delitos. Una vez acreditada la necesidad que originó el delito será posible acceder a un acuerdo reparatorio.” 

La cuestión aquí es que, es el Agente del Ministerio Público quien debe “tener el criterio” necesario para en caso del llamado delito famélico, no turne expediente ante el Juez, sin embargo, estos son los juicios con sentencia más rápida en el país.

Mire querido lector, no pretendo enaltecer la figura del robo y del hurto, pero sí hacer consciencia sobre una de las tantas incongruencias en México, a quienes llevan ante un juez para escuchar sentencia se les pide indemnización para reparar el daño, que van desde los 6 mil pesos hasta 27 mil pesos, pero sí se es un personaje político, simplemente hay prisión preventiva de la cual salen libres luego de que un médico refiera que no es conveniente para su salud estar en presión. 

Líneas arriba le comentaba a que asociación pertenecen las empresas que son víctimas del robo de alimentos que la mayoría de las veces, el artículo robado no alcanza los 200 pesos, bueno pues, estás tienen un modus operandi que causa más daño, cometen un daño más grave a los “ladrones”, perjurio, sí, porque bajo el apoyo de Agentes del Ministerio Público, suman otro tipo de conductas criminales cómo son amenazas y violencia física, situación que como ya dije, en la enorme mayoría de los casos son perjurios que les ayudarán a que el acusado esté más tiempo en la cárcel, y así inhibir el robo de alimentos, que en su mayoría son: una charola de carne, huevo, leche, vaya, alimentos que servirán para que puedan sobrevivir un día más. 

La cuestión aquí es que la mayoría de sentenciados por delitos famélicos son mujeres indígenas, sin ningún tipo de instrucción académica y mucho menos de oportunidades, entonces, si ya viven en situación de vulnerabilidad, de ¿dónde pretendemos que obtengan el dinero para salir en libertad? Esto ocasiona que permanezcan más tiempo en la cárcel debido a que el propio sistema penitenciario en México ha demostrado ser un fracaso y en la mayoría de los pseudo centros de readaptación son un centro de fomento a la delincuencia y ahí, quienes llegaron acusados por un delito de hambre, y para poder sobrevivir terminan formando parte del eslabón de la cadena que controla la cárcel y con ellos suman más años a la ya de por sí absurda sentencia..

Hay casos que pueden darnos un poco de esperanza si los imitamos, en Italia el Supremo Tribunal dictó sentencia absolutoria en 2016 a un hombre que intentó robar carne, en Estados Unidos, un oficial de policía, no solo no detuvo a una mujer acusada de robar comida sino que compro despensa y organizo una colecta entre sus compañeros para llevarle ropa y víveres, pero no todo es felicidad, cada vez hay más países que no solo sentencian a los acusados por robarle comida sino que han tipificado como delito la mendicidad.

Le pregunto querido lector, ¿quién tiene la culpa de ello?, el hambriento por robar comida o el Estado por el abandono en el que mantienen a aquellos que son los más desprotegidos y que además tienen que vivir con la vergüenza de ser señalados por robo, tal parece que lo que se está juzgando no es el robo de un producto alimenticio sino el ser pobre, sí, en México los Agentes del Ministerio Público criminalizan la pobreza, y es curioso que quienes más se ensañan son aquellos que piden más dinero para ayudas sociales a través de su famoso redondeo. 

Cada día se eleva más el número de sub nutridos en México y el mundo, cada día las cárceles se saturan más y sobretodo no se aísla a quienes cometen un hurto menor del resto, lo cual ocasiona una sobrepoblación que ya nos trae problemas sociales, la Comisión Nacional de Derechos Humanos, ha trabajado muy lenta bajo el pretexto de reunir más evidencias y mientras tanto, muchos inocentes que por única ocasión y sin haber violentado a nadie, pagan una pena superior a los 65 pesos que robaron en alimentos.

La incongruencia del sistema, la ineptitud de  abogados, Agentes del Ministerio Público y Jueces que se ensañan con quien menos tiene, y un sistema legal lento con legisladores carentes de resilencia que deberían de crear una estructura en la que prevalezca el derecho de sobrevivencia por el de propiedad, como decía Oscar Wilde “el objetivo adecuado es tratar de reconstruir la sociedad sobre una base tal que la pobreza resulte imposible”, ¿usted que cree? ¿Podemos lograrlo? 

TWITTER:  @RayoEsmeralda

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