WIND OF CHANGE; EL FIN DEL ORDEN ECONÓMICO MUNDIAL

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Celaya Internacional

WIND OF CHANGE; EL FIN DEL ORDEN ECONÓMICO MUNDIAL

La Cumbre del G20 tan esperada y que por lo mismo mantuvo  tan iluminada la figura de la Canciller alemana Angela Merkel no ha sido más que la ilusión de un posible G3 formado por el triángulo Rusia-China-Estados Unidos, así, en ese orden, debido a que el gran triunfador de la Cumbre no ha sido otro más que el neo zar Vladimir Putin.

 

Lo he dicho en varias ocasiones, el modelo neoliberal está agonizando debido al aumento de la población principalmente de los países considerados en vías de desarrollo o del Tercer Mundo, vaya! Tercer Mundo creo que será el otro Mundo más bien, debido a que la polaridad existente que dio nacimiento al Primer Mundo (Capitalistas) y al Segundo Mundo (Socialistas) está al parecer, según los especialistas, llegando a su fin, esto queridos lectores es debido a que se esperaba un mejor papel por parte de la Canciller alemana Merkel, quién subestimo la importancia del poder geoeconómico nortemaericano y de la posición geopolítica del Gran Oso ruso llevando un juego peligroso sobre los temas del Cambio Climático tan notorio pero que a las otroras potencias antagonistas los ha hecho aliarse y de un manotazo eliminar la posibilidad de convertir a Alemania en el baluarte de un sistema económico anacrónico ya de por sí.

 

Mientras el Presidente Trump pedía mayor justica económica para proteger a la norteamerica profunda, en el mundo en general se corre la pregunta de ¿cuál justicia? Hay un mundo lleno de bajos salarios y desventajas para las clases trabajadoras, este proteccionismo al que la Casa Blanca ha decidido apegarse y mantener una campaña electoral permanente por parte de su empresario presidente ha sido aprovechado por Rusia para dar una palmada de consuelo a su homólogo nortemaericano y lo ha vuelto a introducir al juego de la política internacional del que ya de entrada había sido dejado fuera antes de comenzar el G20.

 

No cabe duda de que la experiencia alcanzada en las mil batallas por parte del Presidente ruso han sido de gran ayuda al novato empresario presidente, quien llego cargado de retórica del America First, la Cumbre tan esperada del G20 fue más bien un escenario de lucimiento más para Putin que el continuo protagonismo de 70 años de poderío estadounidense, sin embargo es gracias a esto que se llegaron a acuerdos bilaterales importantes como en cese al fuego en Siria por la coyuntura que presenta para ambas naciones el combate al terrorismo internacional.

 

Aunque en general los miembros del G20 han intentado socavar una guerra comercial que lleve principalmente a la clase trabajadora a hacer más difícil su supervivencia, la Unión Europea ha decidido ampliar fronteras con la firma de un acuerdo comercial con el poderoso Estado Samurai, si Japón se convierte de nuevo en aliado de Alemania, esperemos entonces que esto no lo lleve a ser parte del grupo perdedor de nuevo como lo fue al finalizar la Segunda Guerra Mundial, debido a que en un mundo absolutamente interconectado, tratar de reducir un G20 a un G3 formado como ya lo mencioné por el eje Rusia-China-Estados Unidos quizá terminaría aplastando de nuevo a los antiguos aliados encabezados por Alemania.

 

Para México no ha sido una buena experiencia, lastimosamente porque el Presidente Peña Nieto se vio minimizado en importancia por su “gran” aliado político y comercial, por milésima ocasión nuestro Presidente fue humillado por el vecino debido a que éste último demostró poco interés en mantener una relación cordial con quien le protege la espalda, no importa cuál haya sido el discurso del Presidente Peña (que por cierto fue improvisado en una zona del aeropuerto de Hamburgo) dónde manifestó la importancia de mantener una buena relación con los Estados Unidos o que el Canciller aprendiz Luis Videgaray jamás haya escuchado la respuesta que Donald Trump le dio a un periodista sobre la construcción del muro al que el inquilino de la Casa Blanca categóricamente dijo, “México pagará el muro”, ni que se hayan tocado temas tan trascendentales como la migración y la situación en Venezuela, los 20 minutos que el presidente Trump le dio a su homólogo de México no se comparan con las dos horas que estuvo dialogando y halagando al Presidente Putin, señal de que lo más importante para él, es la nueva relación con Rusia contraria a la fría situación manejada por su antecesor Barak Obama.

 

Vaya que soplan tiempos de cambio en la política mundial, en la que quizá no habrá ya muchos actores sino dos bloques extrañamente formados y de ahí se dé una configuración que podremos evaluar de forma más certera en pocos años. Lo cierto aquí, es que Rusia se convirtió en el eje central de un G20 extraño que no dejo nada bien a los Alemanes, veremos si en las próximas y cercanas elecciones, el pueblo teuton le perdona esto a su Canciller Angela Merkel, un juego arriesgado para ella y benéfico para el zar Vladimir Putin, no cabe duda señores, hay vientos de cambio.

   

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