MÉXICO Y EL POPULISMO

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Las Finanzas con Manzanas.



México y el Populismo

“Soy un caminante lento, pero nunca camino hacia atrás.”

A. Lincoln.

Seguramente al leer el título de esta colaboración habrá usted especulado que lo que aquí se tratará es sobre lo que nos puede pasar al futuro en caso de que México tuviera el caso de vivir el denominado populismo, sin embargo la pretensión no es específicamente esa, sino más bien explicar que de alguna manera siempre hemos vivido en él, por lo que es importante aprovechar lo que sucede para entender que el país puede ser muy distinto, incluso a lo que es hoy.

Es probable que la mayoría de las personas quieran estar viviendo en un país exitoso, lleno de oportunidades profesionales, comerciales, y de inversión; con un desarrollo en la tecnología inicialmente estimulado por las instituciones de gobierno, y posteriormente entregado a la iniciativa privada para que opere un crecimiento dinámico y así brinde muchos empleos con un salario que sea considerado una excelente remuneración.

Un país que premie ese esfuerzo constante con excelentes oportunidades para emprendedores es un lugar dónde muchos quisieran estar y convivir, incluso las personas que no cuenten con muchas posibilidades podrían encontrar una manera de progresar poco a poco, primeramente con capacitación y preparación accesibles, posteriormente con un trabajo que les permita una vida adecuada, y finalmente un sistema financiero que les permita participar de diversas formas, como empresario, inversionista, o cualquier otro tipo de actividad lícita.

Pero… un país así necesita instituciones sumamente eficientes, esquemas adecuados que den la oportunidad a cada ciudadano, siempre y cuando la esté buscando, requiere personas que exijan la correcta aplicación de los recursos pagados como impuestos, y que ante cualquier falta de honestidad e incluso ante cualquier conflicto de interés inmediatamente se emita una solicitud de orden. Se requieren instituciones justas y respetadas, las cuales brinden sin duda alguna, la seguridad de que quien no actué bajo las leyes y normas establecidas será sancionado bajo las condiciones contempladas para ello en el marco jurídico previsto.

Sin embargo todo ello se puede evitar, y se puede comenzar estableciendo programas sociales que beneficien no sólo a quien lo necesita, sino a todos; se puede dar escuela gratuita no sólo a quien la necesita, sino a todos; se puede subsidiar la prestación de los servicios no sólo a quien lo necesita, sino a todos; Se pueden establecer programas de apoyo económico no sólo a quien lo necesita, sino a todos; y se puede prometer que el país será como todos lo quieren, para que ya nadie deba esforzarse en ninguna forma ni en ninguna manera si no lo quiere así.

Sé que puede pensar que lo citado en el anterior párrafo es injusto, pero piénselo, sólo se debe ayudar a quien en verdad lo necesita, quien califique para ello de acuerdo a la planeación prevista para lograr el crecimiento del país, pero no se puede dar apoyo incluso a quien no lo necesita, pues se puede correr el riesgo de propiciar la disminución de su capacidad empresarial, generando con ello una política del menor esfuerzo.

En los últimos 100 años, salvo  algunos periodos,  México nunca ha dejado de ser populista, ha convivido con una política que si bien no ha sido al 100%, si ha llegado a puntos casi inaceptables, con el riesgo de disminuir la cantidad de empresarios e innovadores, pues pocos se ven motivados a ello. ¿Cómo  desea su país para el futuro? Comentarios y sugerencias: [email protected] o bien en twitter: @victorlmuro

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