Ángel perdió a la mitad de su familia por una equivocación

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CELAYA, GTO.- En menos de 20 minutos, José Ángel perdió a la mitad de su familia; sus padres y su hermano, fueron asesinados la noche del 01 de febrero dentro de su domicilio, cuando sujetos armados ingresaron y les dispararon, pues “se equivocaron” de casa.

En una entrevista para Informativo Ágora, José Ángel Ramírez Estrada, hijo de Don Pepe y Carmelita, y hermano de Ricardo, narró como vivió ese día, cómo ha sido el proceso y contó su sentir ante este hecho.

“Como bien lo habían dicho amigos y parientes, personas muy agradables, muy alegres, que le gustaba estar en movimiento, ser muy dinámicos, ayudar a cuanta gente pudiera necesitarlos”.

Ángel dijo sobre su padre, Don Pepe, que tenía 59 años de edad y era jubilado de la Universidad de Guanajuato, estuvo trabajando en el área de intendencia, en la sede de la calle de Mutualismo, en Celaya, Guanajuato.

Su madre, Carmelita, de la misma edad que su papá, elaboraba dulces típicos, mismos que vendían en las calles del centro histórico de Celaya y su hermano Ricky de 34 años de edad, también era intendente en la Universidad de Guanajuato, pero en la sede de avenida el Sauz, también en Celaya.

“Un día en la vida de mis papás, era levantarse a las 7 de la mañana para ayudar a mi mamá a trabajar los dulces tradicionales que hacía, ya era empezar a elaborarlos o seguir con su proceso de empaquetado, más que nada de la natilla, del cacahuate garapiñado, de la semilla de girasol, los dulces típicos de aquí de Celaya, mi papá también, como ya era jubilado se ponía también a ayudarle, él era el que más le ayudaba a mi mamá y generalmente se salía con un traste o algo así, a vender en las calles del centro el propio dulce que elaborábamos en casa”.

Comentó que su hermano Ricky era soltero y se dedicaba a apoyar a sus papás y a él, que es el menor de la familia.

Señaló que él, pasaba más tiempo apoyando en labores del templo.

“Nuestra labor, prácticamente, además de hacer sonar estas bellezas, es por ejemplo, si nos solicitaban ayuda para mover algunos muebles, montar sillas cuando tenían eventos, cosillas así, apoyos pequeños, el que más apoyaba era mi hermano Ricardo, aparte de que fue coordinador del grupo de Campaneros de aquí de la Purísima, él ayudaba en el Templo, en lo que era para poner el nacimiento cuando era temporada decembrina, para limpiar, era quien se encargaba de limpiar la imagen de San Francisco que está en la parte más alta del templo, él era un mil usos también para acá”.

El pasado 01 de febrero, Don Pepe, Carmelita, Ricky y Ángel, se encontraban en su casa, Ángel salió de ahí alrededor de las 9 de la noche y se dirigía a otro lugar, cuando estaba a punto de llegar a su destino, le informaron que hubo detonaciones en su calle, que había sucedido algo.

Regresó para ver que pasaba, marcó a su hermano, a sus papás y al teléfono fijo que tenían, pero al no haber respuesta, se comenzó a preocupar, por lo que intentó llegar lo más rápido posible a su casa.

Al llegar, observó un movimiento importante de elementos de seguridad y de emergencia; también vio a familiares en el sitio, quienes le informaron del lamentable hecho.

“El cómo sucedió hasta yo quisiera saberlo, pero a lo que me atengo por lo que me ha dicho mi familia, mis vecinos, algunos parientes también cercanos, es que más o menos sucedió a las 9 con 10 de la noche, yo no estaba en casa, recién había salido, unos minutos antes había salido de casa, afortunadamente me alcancé a despedir de mis papás y mi hermano y simplemente yo estaba fuera de casa y cuando estaba a punto de llegar a mi otro destino, me llaman por teléfono que algo había sucedido en mi calle, ni siquiera sabía yo, si había sido en mi casa, simplemente en mi calle, ya cuando yo estoy marcando mucho a mi hermano, a mis papás al teléfono fijo de casa y que nadie me contestó, ahí tuve mucha preocupación, ahí fue que ya tenía un mal presentimiento, cuando llego a casa, a la calle que claramente estaba acordonado todo, fue más o menos como a las 9:30 o 9:40, estaba toda la actividad con los elementos del ejército, la guardia nacional, junto con los peritos que ya estaban laborando, como ya mencioné estaban mis parientes y me informan de la situación, que había sido en mi casa”.

Ángel comentó que el vivir esa situación es como recibir un balde de agua fría en la espalda. Sin embargo, dijo que, desde ese momento, hasta la fecha, se ha mantenido en calma para poder seguir con su vida.

“Fue una noticia definitivamente muy dura, claro, fue un balde de agua fría directo a la espalda, fue algo no sé, llegó muy de golpe, nadie se lo esperaba absolutamente nadie, simplemente traté de mantener la calma, como hasta le momento lo he procurado hacer para poder seguir con todo el proceso que conlleva, ya como decimos en casa ya muerto ya no podemos hacer nada, solo traté de seguir”.

Indicó que su familia estaba conformada por sus padres, su hermano Ricky, dos hermanas más y él; ahora Ángel y sus hermanas, se apoyan mutuamente para enfrentar esta dolorosa pérdida, pues dijo, “perdí a la mitad de mi familia”.

“Es un proceso claramente muy lento, porque se oye feo pero es la verdad, se fue la mitad de mi familia, es asimilarlo todo, igual de junto porque eran el apoyo, el soporte de la casa, más que nada en mi caso personal y no el de mis hermanas, yo aún vivía con ellos, entonces es algo complejo, que no puedo estar tan seguro en casa, voy pero para limpiar nada más, igual con el apoyo de mis hermanas, estamos acomodando las cosas, hasta el momento, el mantenerme ocupado me ha ayudado a no pensar tanto en eso pero en los momento que tengo libres, es un pesar pero igual, se tiene que seguir con todo eso”.

Tras el hecho, familiares y amigos de Don Pepe, Carmelita y Ricky, realizaron una vigilia en honor a ellos y para exigir justicia y un alto a la violencia que se vive en Celaya.

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