DAVOS
El pasado viernes 26 finalizó la 48ª edición del Foro Económico Mundial (FEW), en su cede, el pequeño pueblo de Davos, Suiza. El Foro fue creado en 1971 por el profesor y economista Klaus Schwab quien en un origen pretendía que Europa aprendiera de Estados Unidos las reglas del juego de la economía mundial, hace ya un rato de esa intención, y hoy en día en Davos como cada año no solo se reúnen mandatarios sino líderes sociales y empresarios.
A todo esto, la Cumbre Económica más importante del mundo se ha convertido en una gran pasarela, en dicha pasarela los países BRIC´s se ponen sus mejores galas para ser más atractivos ante los grandes inversionistas, y bueno, eso está muy bien, siendo el Foro de la promoción del liberalismo económico no se espera más que seguir pujando por el mantenimiento de un mundo globalizado y resolver (o por lo menos intentarlo) los problemas que con ello vienen; la pobreza, desigualdad social, perspectivas económicas, por supuesto que este año no han estado fuera de la mesa los temas más actuales como son el empoderamiento femenino, la educación, el calentamiento global, las integraciones, el peligro que supone el populismo y la inteligencia artificial.
Intentaré hacer un breve pero efectivo recorrido sobre lo más destacable de la Cumbre económica; es de llamar la atención el discurso del Presidente Donald Trump, como es su costumbre ha creado polémica al declarar que el “America First” no solo contempla a los Estados Unidos sino a todo el mundo, me queda claro que el presidente Trump piensa que aún puede marcar la pauta en el mundo, decirles que rumbo tomar, sobre todo al criticar el sistema liberal, mismo que curiosamente le ha generado como empresario mucho dinero, vaya que le gusta patear al pesebre, pero ni tarda ni perezosa, la Unión Europea comenzó a blindarse a través de sus países más fuertes, Angela Merkel de Alemania, Emmanuel Macron de Francia, y bueno llegó por primera vez el Rey Felipe VI de España, todos señalaron la importancia de un comercio mundial, el fomento a la cooperación, en pocas palabras, que los problemas globales les competen a todos y el aislacionismo jamás ha beneficiado a nadie, vaya que hasta Theresa May aunque en el limbo europeo por el momento debido al BREXIT, apostó por una economía global, garantizando la firma de acuerdos bilaterales para no quedar fuera del juego.
Un grupo un tanto incómodo fue la delegación mexicana, en la que el presidente por segundo año brilló por su ausencia, sin embargo fueron encabezados por el Secretario de Hacienda, la incomodidad provino a que el Primer Ministro canadiense, Justin Trudeau se adjudicó prácticamente la resucitación del Acuerdo Integral y Progresivo para la Asociación Transpacífico (CPTPP) debido a que el año pasado a punto de ser firmado el Tratado Transatlántico dio órdenes a sus representantes de no firmarlos, claro está todo por quedar bien con Estados Unidos, pero le cuento, no solo fue eso sino que le dio un mensaje directo a su vecino del sur, señalando que debería observar la importancia y beneficios de la globalización, incluyendo el TLCAN, así que México se limitó a explicar los beneficios de su Reforma Energética, pero en lugar de llamar la atención las reuniones se vieron un tanto desangeladas porque se le cuestionó sobre la gobernabilidad, la afectación de las próximas elecciones al crecimiento del país y su estabilidad. Curioso ¿no? Como una decisión termina por aislarnos, bueno, no lo digo por México sino por Rusia que tuvo que abrir a 200 metros de la Sede oficial de la Cumbre una oficina alterna llamada La Casa Rusia, esto porque se ha convertido en el pariente incómodo desde su intromisión en Ucrania, la anexión de Crimea y su intervención en las elecciones de otros países.
Podemos hablar mucho sobre la importancia y lo dicho en los discursos de los grandes líderes mundiales, sin embargo quiero hacer énfasis en lo que considero fue el tema central, la feminización de la política, el empoderamiento y la lucha contra el acoso sexual, las Copresidentas de la Cumbre, un grupo de siete mujeres dirigían el debate, claro encabezadas por Christine Legarde, la Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), un “verdadero panel” como ella lo llamo, hablando sobre empoderamiento de la mujer y la discriminación sistemática que ha tenido que soportar a través de la historia, señalaron las mujeres reflejan en su el rostro la injusticia y sufrimiento, que no es más que el resultado de la discriminación a la mujer, en materia de educación obviamente no pudo faltar la participación de la Premio Nobel de la Paz Malala Yousafzai, pidiendo que se diera mayor apoyo a las niñas para que se conviertan en mujeres empoderadas y la actriz Cate Blanchett que al ser embajadora de buena voluntad de ACNUR, señalo la abrumadora realidad de los refugiados y los migrantes a nivel mundial, las opiniones de las mujeres más poderosas tanto en el ámbito político como el empresarial y el social fueron de peso pero, nada se ha comparado con el discurso del fundador presidente de Alibaba, que como cada año no solo sorprendió sino dejo satisfechos a muchos, Jack Ma, el que un hombre hable sobre la importancia de ceder más espacios a las mujeres en el mundo y el peligro que supondría que se pusiera por encima de la capacidad del ser humano a la inteligencia artificial, aquella que ya ha dejado sin trabajo a muchos alrededor del mundo, mire querido lector, la situación no es la tecnología ni su uso, sino que en aras de obtener una ganancia mayor al usar maquinas que no exigirán derechos ni salario y que no se equivocaran obviamente dejan de lado a aquellos a quienes en realidad venían a ayudar, por eso Ma, hizo énfasis en la preparación de los jóvenes, el aprendizaje y el desarrollo de la inteligencia emocional.
El hecho de que se hayan tocado temas económicos pero a la vez muchos que buscan hacer conciencia en un verdadero desarrollo sostenible, se ha entendido por la “autorización” a que la mujer tenga mayores espacios, porque de hecho, ya nos hemos dado cuenta que, como mujeres si queremos que las cosas cambien no solo debemos dejarle la responsabilidad de la toma decisiones a los hombres sino que debemos ser partícipes en los cambios que queremos ver a nivel global, la misma Malala señalaba que habíamos “enfocado el discurso en las niñas y las mujeres en general pero, hemos olvidado a los niños”, que se convertirán en hombres que reconocerán los derechos de todos, no importando género, idioma o raza.
Así que, si los líderes ya nos marcaron la nueva pauta, qué esperamos para nosotros el pueblo, poner en marcha las intenciones de, como decía la frase del Foro, “crear un futuro compartido en un mundo fragmentado”.
@RayoEsmeralda.
Miércoles 31 de enero del 2018.
