EL HOMBRE DE LOS CAPRICHOS

hector redes

TRINCHERA CIUDADANA

EL HOMBRE DE LOS CAPRICHOS

Nada más y nada menos que 332 mil millones de pesos es el costo estimado por la Auditoría Superior de la Federación por el capricho presidencial de haber cancelado el aeropuerto que se construía en Texcoco y era avalado por los distintos organismos de aviación internacional, citados en reiteradas ocasiones.

Un dineral tirado a la basura por un prejuicio, un capricho, un berrinche de quien ocupa Palacio Nacional y se ha jactado de su terquedad. Un hombre que acepta consejos pero que a final de cuentas hace lo que le viene en gana. Un presidente que ha mostrado ser todo menos pragmático y gobierna con el dogma más allá de razones y evaluaciones técnicas. Porque para el presidente gobernar no tiene mucha ciencia, tampoco extraer petróleo. Para el presidente hay que confiar en el “pueblo bueno”, lo que sea que eso signifique y violentar el estado de derecho y la certidumbre jurídica.

Al presidente le encantan las encuestas ilegales y patito que no son representativas, que no están bien organizadas y que simple y sencillamente son una farsa. Así lo ha hecho para cancelar inversiones millonarias como el aeropuerto y la cervecera en Baja California. Es injustificable su proceder ¿cómo lo van a defender? Se la pasan diciendo que había mucha corrupción y no existe una sola denuncia al respecto ¿qué haría usted amable lector si fuera inversionista y recibe esas señales? ¿se quedaría a invertir en México?

Al demonio los fideicomisos, los organismos autónomos, los contrapesos y todo aquel que pueda señalar inconsistencias en este gobierno. Que mejor vengan a la mañanera los paleros que me alaban. Que se presente Lord Molécula con sus preguntas lambisconas, que hable El Pirata y resalte mis virtudes. Que se vayan mis críticos porque yo no me equivoco, esto es una guerra entre buenos y malos. Están conmigo o contra mí, no hay escala de grises, no hay disenso. Es mi voz y sólo mi voz. Que se larguen quienes no lo acepten.

El hombre caprichoso quien se ostenta de izquierda es en realidad un recalcitrante conservador que evade la agenda progresista. “Ya chole” y respalda a un cuestionado precandidato a gobernador. “Ya chole” y tiene como aliado a un impresentable del viejo régimen. “Yo tengo otros datos” suele decir, datos inventados, falsos, que pintan un mundo y un escenario que no existe. El presidente caprichoso miente y pretende adaptar el mundo a su realidad, una realidad torcida y falsa.

“Sí pero el PRIAN robó más”, “Sí, pero el presidente es cercano al pueblo”, “Sí pero ese dinero lo vamos a recuperar” “¿Por qué no criticabas a Peña Nieto?” “¿Por qué no criticabas a Calderón?” escudándose siempre en los gobiernos del pasado no ven la realidad lacerante. Para los acólitos del presidente este gobierno es infalible. Para los colaboradores de Obrador es mejor agachar la cabeza y decirle al presidente lo que quiere escuchar por muy estúpido e irreal que resulte. Ya ven que López Obrador “no es una fuerza de contagio”, es algo así como Superman, todopoderoso.

El presidente que tuvo en sus manos el poder para encaminar al país hacia un camino de justicia donde caben todos, donde se respeta lo que es útil y se cambia lo que no, donde se construyen proyectos con visión de futuro, no hace otra cosa más que gobernar a partir del rencor, de la terquedad, de la polarización. El presidente que tenía la oportunidad de convocar a la unidad, se encierra en la soledad del palacio para dictar desde ahí planes arcaicos e irracionales. El presidente que quiere ser recordado como uno de los mejores va camino a convertirse en uno de los peores.

//Fecha de publicación: 26/02/2021

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