Conocer, Comprender, Resolver

tony 2

Cada vez me doy cuenta que el ser humano tiene un gran don: complicarse la existencia; hacer de algo posible, algo casi imposible; hacer de algo efímero, algo sumamente trascendental.

Sí, la vida es sencilla, claro, cuando decidimos mirarla desde un nuevo punto de vista; cuando sucede lo contrario, se vuelve un caos, un terror sin nombre, y lo único esperado y anhelado es partir de esta existencia, ya que se considera la única salida; perdiendo el sentido de vida se pierden las razones por las cuales vivir.

Hoy te pregunto…

¿Cómo te enseñaron a ver la vida? Trae a tu recuerdo aquellas palabras, aquellos ejemplos que más viviste en tu infancia ¿la vida era trágica o maravillosa? ¿los demás estaban para ayudarte, apoyarte, aprender de ellos o al contrario, eran tus rotundos y eternos enemigos? ¿qué creíste que aún hoy sigues alimentando en tu mente, tus emociones y en tu cuerpo?

No hay ningún ser humano que no haya sido educado desde sus primeros instantes de vida por medio de las personas que le rodeaban: la familia, amigos, conocidos, incluso aquel que no era tan conocido pero que nos llamaba la atención su actuar, su forma de ser, lo que transpiraba como persona. Pero esto no significa que todo lo aprendido nos venga bien para toda la vida. Mientras vamos desarrollándonos vamos viviendo experiencias nuevas, diferentes, que nos hacen analizar y tomar una consciencia diferente de lo que queremos para nuestro presente y futuro, incluso, cómo queremos comenzar a leer el pasado, ya que no nos viene tan bien la lectura que estamos realizando de él en nuestro presente.

Qué quiero decir con todo esto, lo que popularmente se ha dicho en varias ocasiones… “es de sabios cambiar de opinión”… ¿no lo crees así?

Conforme nuestra consciencia se expande más allá de lo que nuestras creencias, costumbres, tradiciones, nos han marcado, vamos tomando decisiones. No te voy a decir que una decisión es mejor que la otra, no soy quien para juzgarte, ni mucho menos ser tu guía, pero lo que sí puedo compartirte es que analices aquello aprendido que te siga sirviendo, sumando a tu persona, permitiéndote ser mejor de lo que ya eres; por el contrario, si no te está ayudando a expandir tus horizontes, vivir satisfecho, contento, ejerciendo lo que haces desde la pasión ¿por qué sigues tomando todos los días de esa misma dosis?, ya cámbiala, ya no es suficiente para ti, ya necesitas de algo mejor para tu Despertar de Consciencia.

Todo lo que te comparta, te transmita, es porque a mí me ha funcionado, claro está, sigo intentándolo cada día en seguirlo practicando, ya que no es nada fácil, pero lo importante es comenzar a dar pequeños pasos, ya que la angustia e incertidumbre nacida del no hacer nada es mortal, trágica y genera más desánimo, creyendo que todos están en contra mía, que el mundo es amenazante y terrorífico.

Hoy te regalo el siguiente Decreto que, sí tú así lo decides, posee el poder de cambiar tu vida, de mejorar tu relación con los demás, y por supuesto, con el ser más importante, que eres tú mismo.

Es momento de que comiences a aplicar el CCR:

CONOCER… Me permito conocer la historia del otro, qué le llevó a hacer o decir lo que hizo o dijo. Así mismo, me permito conocer mi propia historia. Imagina cuando contemplas la vida de algún personaje a través del cine, así escucha atentamente la historia del otro, sin juzgar, sin etiquetar, abre todos tus sentidos, tu corazón a la versión que se te está ofreciendo en ese preciso momento.

COMPRENDER… Diría León Tolstoi “cuando comprendo no tengo la necesidad de perdonar”. Sin duda alguna, el juicio que habías hecho sobre tal persona o tales circunstancias llegan a cambiar cuando te posicionas desde la comprensión, ya que ahí es donde descubrirás la raíz, lo que motivó a que se desencadenara tal acontecimiento que ahora está causando conflicto. Hoy te permites comprender para mañana ser comprendido.

RESOLVER… Resuelve con mayor facilidad, con mayores elementos de información, el conflicto, el problema que se suscitó. Ahora podrás ver la realidad con ojos diferentes. Ahora te das cuenta que tal vez la intención no era la que creías, que los demás no son tan malos como imaginaste que lo eran. Todo conflicto que se presenta tiene un fin: ofrecer un aprendizaje nuevo para la vida, trabajar el valor del perdón, de la empatía, de la tolerancia, y darse cuenta que se posee el control de muy poco, es más, de nada. Si crees que puedes controlar las circunstancias o a las personas, date cuenta que sólo es una ilusión, ilusión necesaria para seguir empoderándonos de nuestro ego, nada más.

Sal a la vida, aplica el CCR y verás cómo tus relaciones con los demás y contigo mismo, cambian, mejoran, ayudan a disfrutar más el presente con menos pasado, menos futuro, sin creernos los jueces de las vidas de los demás.

“Cuando comprendo no tengo necesidad de perdonar”.

Psic. Tony Hernández Mascote.

Antonio Hernández Mascote

Suscríbete al blog por correo electrónico

Introduce tu correo electrónico para suscribirte a este blog y recibir avisos de nuevas entradas.

Únete a otros 175K suscriptores