Mucho se ha hablado de la película Todo, en todas partes al mismo tiempo (Dan Kwan 2022) al ser galardonada como mejor película del año. Filmada en treinta y ocho días, con una excelente edición y una historia lineal, emotiva pero simple, muchos cuestionamos si su propuesta era lo suficientemente buena para triunfar. Pero, ¿qué hay de los films que no ganaron?
Conduciendo a miss Daysi (Bruce Bereford, 1989), El último emperador (Betolucci, 1987), Shakespeare enamorado (John Madden, 1998) o Crash (Paul Haggis, 2004) son ejemplos de películas que se llevaron la estatuilla en su momento, que contendieron con títulos de mayor aportación cinematográfica o historias más complejas y que han pasado al olvido, sin pena ni gloria. En contraste, nos encontramos con Cantando bajo la lluvia (Gene Kelly, 1952), Buenos muchachos (Scorcece, 1990) y Pulp Fiction (Tarantino, 1995) que son aún grandes referentes dentro de la historia del cine, sin ganar el anhelado premio.
Películas como Ellas hablan (Sara Polley, 2022) –con solo un par de nominaciones– igual que El triángulo de la tristeza (Ruben Ostlund, 2022) no representan ni lo mejor ni lo peor del cine de este año, pero sus temas políticos y sociales las hicieron dignas de estar entre las nominadas (al parecer, los premios se han politizado a ese grado).
Como cinéfila, es triste ver que trabajos con grandes cualidades se fueron a casa sin ningún reconocimiento. Tal es el caso de Tar (Tod Field 2022), Elvis (Baz Lurhmann) y Los espíritus de la Isla (Martín McDonugh). La historia de estas tres últimas obras (no cuento a Sin novedad en el frente, ya que esta fue premiada en seis ocasiones, incluyendo Mejor película de habla no inglesa) cuentan con una narrativa fluida y muy interesante.
A pesar de que Elvis es una biografía incompleta y de la exagerada importancia que le dieron al personaje de Tom Hanks, es imprescindible hablar de la maravillosa actuación de Austin Butler y la dirección de arte y vestuario, perfectamente ambientados en la época. Con una buena aceptación en taquilla, es una de las películas que no necesitan de un premio para hacerse valer. No así Tar, la historia de una directora de orquesta que está a punto de grabar la sinfonía que cambiará su vida, un proceso nada sencillo de entender, y que es mal juzgada como una película ”lenta”. Pese al grandioso performance (presentación) de Cate Blanchet, este film se verá destinado a perderse en el olvido.
Los espíritus de la isla, una película emotiva y compleja en su simplicidad, es intensa. Sus momentos más trágicos tienen un poco de humor negro. La actuación de cada uno de sus protagonistas es puntual y su fotografía es bellamente refrescante, sin pantallas verdes ni efectos de ningún tipo. Su calidad y cualidades, superarán el tiempo.
La taquilla y un premio, no definen a una buena película. Las buenas películas hablan por sí mismas.