La prestigiada agencia internacional de investigación de mercados IPSOS publica periódicamente el reporte ‘¿Qué le preocupa al Mundo?’ (What worries the Word?), en el que se rastrea la opinión pública sobre los problemas sociales y políticos más importantes en 28 países, así como la opinión de las y los ciudadanos con respecto al rumbo que cada uno de los países evaluados lleva. En el reporte del mes de agosto, a nivel global, lo que más preocupa a las personas es la inflación, la pobreza y la desigualdad social, el desempleo, el crimen y la violencia, así como la corrupción; en ese orden. El 65 por ciento de las personas, a nivel mundial, cree que en su país las cosas van por el mal rumbo.
En el caso particular de México las personas declaran estar más preocupadas por diversos fenómenos económicos, políticos y sociales en comparación con el nivel de preocupación que se muestra a nivel global. La mayor preocupación de las y los mexicanos, hoy en día, es el crimen y la violencia. El 53 por ciento de las y los investigados afirma que este problema es uno de los tres de mayor impacto negativo en el país. Lo anterior es congruente con lo que señala la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI); en su edición de junio del 2022 se afirma que el 67.4 por ciento de las personas en México se siente inseguro en el país, su mayor nivel en el último año.
El segundo problema que más preocupa en este momento a los mexicanos es la inflación. En México el 43 por ciento de las personas investigadas afirma que el crecimiento generalizado de los precios es uno de los tres problemas más graves que enfrenta el país. Y no es para menos, pues hasta la primera quincena de agosto del 2022, la inflación a tasa anua alcanzó el 8.62 por ciento y particularmente el crecimiento en alimentos alcanzó el 12.7 por ciento. Al interior de las mercancías alimentarias, las frutas y verduras aumentaron su precio en 14.3 por ciento, un nivel de crecimiento en precios no observado desde hace 23 años.
El sector económicamente más desfavorecido ha sufrido las peores consecuencias del proceso inflacionario en México. Entre junio del 2021 y junio del 2022, el ingreso promedio de las y los trabajadores en el país, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI, ha aumentado en 4.9 por ciento, mientras que la inflación acumulada en el mismo período fue del 7.4 por ciento; ello implica que en este período el poder de compra de las familias mexicanas cayera, en términos reales, un 2.3 por ciento. En lo particular, para el sector de menores ingresos en el país, el poder de compra cayó en 2.8 por ciento.
El tercer tema que genera mayor preocupación entre las y los mexicanos, hoy en día, es el desempleo; a pesar de que la tasa de desocupación bajó del 4.3 en julio del 2021 al 3.4 por ciento en julio del 2022, a las y los mexicanos les sigue preocupando el tema del desempleo en el país. Lo anterior se puede explicar por las condiciones de precariedad laboral con las que se ha recuperado el país después de la Pandemia. El número de trabajadores asalariados que trabajan sin prestaciones laborales aumentó del 34.0 al 35.3 por ciento, y hoy 25 mil trabajadores adicionales a los que había en julio del 2021 laboran en condiciones de informalidad.
El cuarto tema que más preocupa a las y los mexicanos es la pobreza y la desigualdad social; el 33 por ciento de las y los investigados afirma que este es uno de los tres problemas de mayor impacto que enfrenta el país. Y tampoco se equivocan; el pasado 6 de junio la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de la Organización de las Naciones Unidades, publicó el estudio ‘Repercusiones en América Latina y el Caribe de la guerra en Ucrania: ¿cómo debe afrontar la región esta nueva crisis?’ En él, se advierte que las proyecciones sobre los niveles de pobreza en México se están deteriorando y que, para el cierre del 2022, entre 1.3 y 2.5 millones de mexicanas y mexicanos se estarán sumando a las filas de la población pobre. Con ello, en el actual sexenio habrán sido ya alrededor de 6.2 millones de personas las que se han sumado a las filas de la pobreza en el país.
Derivado de todo lo anterior, en el estudio de IPSOS, el 70 por ciento de las y los mexicanos describe como ‘mala’ la situación económica del país. La percepción general coincide con la de la mayoría de análisis de proyección del desempeño económico del país; en la Encuesta Citibanamex de agosto, que incluye las expectativas de 35 instituciones financieras, se señala que el promedio de expectativa de crecimiento de la economía mexicana para el 2022 es de solo el 1.8 por ciento, la inflación al cierre del año se ubicaría en el 8.0 por ciento y la tasa de interés de referencia alcanzaría un máximo histórico del 9.5 por ciento.
Estamos preocupados y hay razones para ello; pero no podemos quedarnos en el estado de desánimo y desesperanza. Es necesario ocuparnos de nuestro propio entorno, en el ámbito en el que tengamos capacidad de incidir y aportar lo que como sociedad debemos de aportar. La participación en organismos sociales, la opinión informada y objetiva, la transmisión generosa de conocimientos, la atención integral a nuestras hijas e hijos o cualquier otra forma de convivencia social en la que podamos abonar se sumará al esfuerzo colectivo y comunitario para salir adelante.
La virtud del justo medio
En agosto del 2021 menos del 15 por ciento de la población mundial estaba preocupada por la inflación; un año después, el 39% de la población a nivel global cree que es el problema de mayor impacto económico. El Coronavirus, hace un año, era percibido como el problema que generaba la mayor preocupación en el Mundo, casi el 40 por ciento de las personas así lo afirmaba. Hoy en día, solo el 16 por ciento de la población mundial está preocupado por la Pandemia. Parecieran dos fenómenos aislados, pero más bien es un fenómeno de causa y efecto. ¿Sabe Usted que le sigue a la inflación? Si no se controla de forma efectiva el aumento generalizado de los precios, en los próximos meses, veremos como resultado mayor pobreza y desigualdad; y ello terminará generando un mayor problema de violencia e inseguridad. No se trata de inventar el hilo negro y hacerle al adivino, es solo que debemos de evitar tropezar con las mimas piedras que hemos tropezado en el pasado.