Esta semana se celebró el día del estudiante. El día de todos los que se esfuerzan diario por entender y avanzar, de los que se pueden sentir perdidos y abrumados, de los dedicados, los distraídos y de los muertos… se conmemora el día del estudiante en México.
¿Por qué se celebra el día del estudiante? Todo se remonta a 1910 con la inauguración de la, para entonces «Real y Pontificia Universidad de México, por proyecto y promoción de Justo Sierra y bajo el mandato de Porfirio Díaz. La Universidad estaba fuertemente ligada al gobierno al punto en el que el rector era elegido por el Presidente de la República.
Esto cambió en 1929, cuando a raíz de una serie de cambios, alumnos inconformes de la facultad de derecho y Sociología se reunirían en una serie de asambleas y comités, incluso intentaron llegar a negociaciones con la rectoría de la escuela, pero todos sus intentos fueron negados. Tras ser rechazados múltiples veces, los estudiantes alzaron la bandera rojinegra y el 9 de mayo, fue declarada oficialmente la huelga.
Después de diferentes protestas, el 23 de mayo en una huelga general, los alumnos fueron agredidos brutalmente por la policía, dejando muchos heridos, esto provocó agitación en toda la escuela y más planteles se unieron a las protestas.
Después de más protestas donde se pedía la autonomía y una serie de negociaciones, El presidente Emilio Portes Gil le concedió su autonomía a lo que hoy es la Universidad Autónoma de México.
Los estudiantes también pidieron que el 23 de mayo fuera conmemorado como el día del estudiante en honor a sus compañeros heridos ese día; es así que desde hace 93 años se recuerda a todos los estudiantes.
Desafortunadamente, ese 23 de mayo no ha sido el único caso en el que México vería como violentan a sus estudiantes; en 1968 las diferentes reuniones y manifestaciones desembocaría en la masacre de Tlatelolco, donde fuerzas del gobierno mexicano bajo el mandato de Gustavo Díaz Ordaz abrirían fuego en contra de los estudiantes asesinando a muchos de los manifestantes.
En 2014 la policía municipal de Iguala, las fuerzas estatales de Guerrero y miembros del ejército persiguieron a los estudiantes normalistas, lo cual derivó en la desaparición de 43 estudiantes.
Hoy en día ser estudiante parece ser una de las cosas más peligrosas a las que uno puede dedicarse. Como estudiante yo no quiero que conmemoren este día con una felicitación o una paleta en forma de corazón, quiero que recordemos a todos los estudiantes, los que han luchado por su derecho a la educación digna y condiciones humanas, los heridos en 1929, los masacrados en 1968, los desaparecidos en 2014, los que murieron por que el gobierno se rehúsa a darnos calles más seguras, a los que hoy estamos pero puede que mañana no.
Quiero que esta fecha sea de lucha, de recordar a los del 29, los del 68 y a los 43, a Gabriel Luna, muerto tras un asalto a mano armada en Celaya, a Ángel Yael, asesinado por la Guardia Nacional en Irapuato.
Hoy no celebro, porque la historia de México está bañada en sangre de estudiantes
-porque el 2 de octubre no se olvida,
-porque todavía nos faltan 43,
-porque nos falta Gabriel
y porque la Guardia no me cuida, la Guardia me asesina.