“Tenemos el poder de impedir que el mundo se quede a oscuras”
Una noche, el maestro se reunió con los discípulos, y les pidió que encendiesen una hoguera para que pudiesen conversar en torno a ella.
-El camino espiritual es como el fuego que arde ante nosotros –dijo-. El hombre que desee encenderlo ha de soportar el humo desagradable, que hace que la respiración sea difícil y que produce lágrimas en los ojos. Así es la reconquista de la fe.
-Sin embargo, una vez que el fuego está encendido, el humo desaparece, y las llamas lo iluminan todo, dándonos calor y calma.
-¿Y si alguien encendiera el fuego por nosotros? –preguntó uno de los discípulos-. ¿Y si alguien nos ayudase a evitar el humo?
-Si alguien hiciese eso, sería un falso maestro que puede dirigir el fuego a su voluntad, o apagarlo en el momento que quiera. Y como no enseñó a nadie a encenderlo, puede dejar el mundo entero a oscuras.
Paulo Coelho –Maktub-
¡Qué tiempos aquellos cuando las personas se reunían para contar historias, experiencias de vida, compartir y transmitir conocimientos!… momentos de encuentro con el otro, comunicación con la palabra y con las miradas, imágenes tan simbólicas y representativas que ayudaban a introyectar normas, costumbres, ética, moral, valores… límites, Superyó.
Hoy, las personas se siguen reuniendo pero con objetivos muy diferentes… la gran mayoría lo hace para estar en contacto con una “realidad-fantaseada” o “idealizada” a través de sus lazos virtuales, ya que los lazos personales no son tan idealizados por tratarse de contacto con seres humanos, no con piedras.
El humano se espera que piense, sienta y confronte… características que en ocasiones sentimos que rompen la “armonía” que se pretende encontrar cuando dos o más personas se reúnen.
¿Quiénes son esas personas más cercanas a nosotros? ¿Acaso son aquellas que sólo nos aplauden, vitorean, adulan, nos proclaman? ¿Las personas que agitan sus palmas el “domingo de ramos”, las mismas que nos crucifican el “viernes santo”? ¿Qué tipo de personas elegimos para estar a nuestro lado?
Tal vez no haya problema en que ahora el objetivo de las reuniones sea diferente… no cabe duda que el tiempo, los intereses y las personas cambian, y no se puede, ni se pretende, ser siempre los mismos, el ser humano está en constante movimiento y por ende su “actualización” es diaria.
Donde veo un problema de envergadura atroz, es que la mayoría de las personas ya no se reúnen para transmitir conocimientos, enseñanzas, experiencias de vida, buenas costumbres… así que tenemos un gran reto en nuestras manos… “no permitir que el mundo entero se quede a oscuras”.
Pero… ¿Cómo sería un “mundo a oscuras”?
Un mundo a oscuras sería un lugar donde la convivencia sana, desinteresada, quedaría nula; donde el ser humano viviría y conviviría cuidándose de las traiciones… donde se conviviría lo menos posible con tal de evitar el contacto con el otro, ya que el otro sería alguien cambiante, voluble y posiblemente alguien que esté preparando mi propia destrucción.
Un mundo a oscuras sería el espacio de tiempo y lugar donde el conocimiento no sería reconocido como tal, sólo aceptado sin ser cuestionado. No permitiríamos que el conocimiento nos pusiera en crisis, en conflicto… sin comprender que sólo la crisis y el conflicto puede generarme un aprendizaje significativo.
Un mundo a oscuras sería aquel donde no se piense, no se sienta y se crea en destinos que nos imposibiliten a crear nuestro propio destino cada día. Jamás olvides que tú y sólo tú eres “arquitecto de tu propio destino”. Cada día puedes y tomas decisiones, decisiones que te van a crear caminos al andar. Sé consciente en el día a día de tu toma de decisiones, ya que ellas te llevarán al destino que quieras forjar. Por supuesto, que no debes olvidar que hay cosas, situaciones que están al alcance de tus manos, que pueden ser controladas y manipuladas, pero… también una gran parte de esas cosas y situaciones se escapan de tu control, así que, necesario será trabajar la tolerancia a la frustración, ya que la mayoría son cosas y situaciones que escapan a nuestro control.
Un mundo a oscuras sería ser partícipes de tanta corrupción, engaño, mentira… donde antes de ser amigos de la verdad, lo fuéramos de la mentira, optando por los contravalores y no los valores en sí.
Un mundo a oscuras sería vivir una vida donde el esfuerzo quedaría aniquilado, donde la esperanza quedaría ahogada ante la rutina y depresión del mundo de hoy, mundo donde impera la autodestrucción porque la ilusión se ha tornado desesperanzante, donde gobernaría la locura total y la propia aniquilación.
La vida siempre ha consistido en una constante lucha por conquistarla día a día, momento a momento… no desistas, no claudiques… atrévete a dejar huella en la historia… ¡anímate a crear tu propia historia eligiendo tú los actores que te acompañarán en esta gran película de tu vida… en tu “opera prima”!
Manos a la obra… tú tienes el poder de impedir que el mundo se quede a oscuras.
Carpe Diem… Aprovecha el día.
