Películas con madre

daniel hernandez redes dwCH8uW

 

Películas con madre

Aprovechando las bondades del streaming, pude ver en días pasados la entretenida película Yo, Tonya (Gillespie, 2017), la cual trata sobre la polémica vida de la patinadora sobre hielo Tonya Harding, interpretada convincentemente por Margot Robbie y cuya actuación es superada por Allison Janney, en el papel de la mamá de la protagonista, trabajo histriónico donde la muestran criando a su hija con denigración física y verbal, pero convencida que es la manera correcta para enfrentar a sus competidoras deportivas y a su rival más fuerte, la vida misma. Mientras la veía, caí en la cuenta qué abundan los trabajos cinematográficos con progenitoras amorosas y comprensivas, pero películas con madre antagonista, pocas.

La figura materna es el personaje más enfatizado en cualquiera de los géneros cinematográficos, lo cual no es fortuito debido al tema cultural por fomentar el modelo tradicional familiar y que mejor hacerlo a través de los medios de comunicación. Diversos gobiernos lo fomentaron y la Alemania nazi no fue la excepción, ya que pugnaban por reivindicar a las familias teniendo como eje a la mujer para su fortalecimiento y lo hacía a través del cine y capsulas informativas. Paradójicamente después de la Segunda guerra mundial, fue la ideología a seguir por varios países, incluido los Estados Unidos, quienes expandieron el proyecto en películas y programas televisivos, de donde surgen personajes maternales determinantes, como Morticia Adams, Lily Munster y las madres con cargas tradicionales y lineales, como Caroline Ingalls de la serie Los pioneros (Little house on the prairie).

Gracias al cine hemos disfrutado y sufrido con diversos tipos de mamás en todas sus etapas, desde el embarazo no deseado de la adolescente Juno (Reitman, 2008), pasando por  una crianza de hijos similar a los días pandémicos con la creativa  Ma en La habitación (Abrahamson, 2016) o la protección tipo “a mijo nadie lo toca” de  Sarah Connor (Terminator 2, Cameron 1991), hasta la tenacidad mostrada por Mildred Hayes ante la muerte de su hija en Tres anuncios por un crimen (McDonagh 2017), por citar algunos ejemplos, pero raras veces vemos a la mamá como la literal, mala de la película.

Por la devoción y una tradición por demás enraizada, es probable que las madres no sean retratadas como la figura que perjudicará sus críos y por ello sobresalen los trabajos donde preferiríamos el rigor de un chanclazo volador o el cinturonazo en las posaderas, a tener una progenitora como la de Norman Bates (Psicosis, Hitchcock, 1961) quien ejercía en su vástago abuso emocional que le provocó trastorno de personalidad múltiple, en una trama por demás interesante; situación con algunos rasgos similares, pero en versión femenina con Carrie (De Palma, 1977) y de manera amable en la comedia negra Bota a mamá del tren (DeVito, 1987), que refiere también a una progenitora por demás posesiva y con una carga crítica de estas cintas a los modelos familiares conservadores.

El cine infantil ha mostrado historias con desenlaces donde lo mejor fue alejar a la criatura de sus mamases, como lo vemos en Matilda (DeVito, 1996) cuya madre la señala de rara sin permitirle el acercamiento, en una edad por demás clave para la formación de la niña.  Mencionar las películas de Disney con su extenso surtido de princesas, la mayoría criadas por madrastras ávidas de poder -¿por qué esa falta de creatividad en los guiones?- y que optan por una vida en apariencia mejor al escapar del martirio de sus hogares y refugiarse en príncipes billetudos y galanes, situación que se replica en la realidad, con no tan buenas conclusiones.

¿Y qué hay de las producciones caseras? La época del cine de oro nos mostró infinidad de películas con mamás que hacen hasta lo imposible por sacar a flote y convertirse en el baluarte de la familia, en auténticos dramas y comedias que ayudaron a enaltecer su figura con los resultados hasta hoy conocidos, representada sobre todo con Sara García en las cintas Cuando los hijos se van  (Bustillo, 1941), Los tres García (Rodríguez, 1947) y la mejor muestra en Día de las madres (Crevenna, 1969), donde comparte créditos con otra mamá abnegada, representada por Marga López y quien protagonizó Corona de lágrimas (Galindo, 1968), como una matriarca que intenta sacar adelante a sus maloras hijos.

En nuestro país también se han hecho películas con madre antagonista. Por demás transgresora en su tiempo y sin fecha de caducidad, Los olvidados (Buñuel, 1950) muestra una realidad disfrazaba de progreso en una historia cruda y fría, como la mamá de Pedro, el adolescente protagonista. En un drama basado en hechos reales, años más tarde fue exhibida Los motivos de Luz (Cazals, 1985) con una madre encarcelada por un crimen familiar. Además, tenemos a Mamá Elena, quien se encargaba de hacerle la vida de cuadritos a Tita en Como agua para chocolate (Arau, 1992) al son de “eres la más pequeña, así que debes cuidarme hasta mi muerte” y una disciplina digna de la milicia.

Son bastantes las películas con la figura materna como punto de desarrollo de la trama, pero a cuentagotas son mostradas como la persona opuesta al modelo que nos han inculcado socialmente. Algunos de estos trabajos exceptúales muestran situaciones que forman parte de nuestra cotidianidad y finalmente se aplica la premisa que nadie nace siendo madre; en la realidad las circunstancias son varias y las progenitoras actúan de acuerdo con lo que consideran serán lo mejor para cada uno y a nosotros nos corresponderá hacer un análisis de su loable labor.

De protagonistas o antagonistas, disfrutemos la variedad de películas con madre, el catálogo es amplio. Así mismo, mis felicitaciones, reconocimientos y respetos diarios a las madres que son, a las que serán, las que no están físicamente y las que no pudieron ser. 

 

Sus comentarios y sugerencias son bienvenidas al correo

[email protected]

Suscríbete al blog por correo electrónico

Introduce tu correo electrónico para suscribirte a este blog y recibir avisos de nuevas entradas.

Únete a otros 174K suscriptores