¿Y si hacemos un muñeco?

daniel hernandez redes dwCH8uW

Además de historia y cine



¿Y si hacemos un muñeco?

Esta cuarentena que ya ni es cuarentena, ni confinamiento, ha modificado diversas formas de vida de la población. Nunca como ahora los teléfonos celulares, tabletas, computadoras portátiles y caseras, además de pantallas de cualquier pulgada, se han convertido en nuestras aliadas para acompañarnos en este resguardo hogareño.

Mención aparte a quienes deben salir a trabajar diariamente y que no ocupan estos medios electrónicos para sus labores, ya sea por falta de recursos o por lo primordial de sus trabajos. A ellos todo nuestro reconocimiento y apoyo en lo que esté al alcance.

Ya sea para el home office con sandalias y playera desgastada incluida, para las clases vía Zoom en las que solo basta una peinadita y quedar presentables, los dispositivos reforzaron su función como nuestras herramientas cotidianas, pero no solo para ello, su uso también es para informarnos o por el gusto de entretenernos, pasando querámoslo o no mayor tiempo frente a una pantalla luminosa y sin argumentos para reprender a los críos por hacer lo mismo que nosotros.

Aprovechando estos recursos, han sido momentos perfectos para aprender recetas culinarias, algún curso en línea, rutinas de ejercicios, de meditación y hay quienes optan por reposar en su sillón o cama favorita, fungir como procesadores de alimentos y engullirse de una sentada las salchichas de su frigorífico o las frituras de la alacena, acompañados claro, de las bebidas de su predilección y ver una temporada completa de sus series, caricaturas o películas, ya sean las actuales o aquellas que marcaron etapas de su vida, sobre todo la infantil.

Si Usted amable lector, rebasa los sesenta años o se encuentra en las generaciones nacidas en el nuevo milenio, habrá observado no solo en estos días, que los programas de entretenimiento mencionados van acompañados por lo regular por algún juguete u objeto promocional, lo cual no siempre fue así. Este suceso data de unas cuatro décadas a la fecha cuando empresas en Estados Unidos y de algunas naciones europeas mediante  labores mercadológicas, detectaron a los juguetes y otros bienes, como productos masivos de consumo, teniendo como eje promocional las caricaturas y series televisivas.

Desde los años cuarenta de la centuria pasada se proyectaban con éxito las películas y cortos de la casa Disney, los de su contraparte Warner Bros encabezados por el conejo Bugs y años después las multifacéticas caricaturas de William Hanna y Joseph Barbera, por mencionar algunos, los cuales ninguno enfatizaba en vender juguetes que acompañaran a sus cientos de personajes. Incluso Los Picapiedra, al ser una caricatura dirigida al público adulto debido a las temáticas que manejaban, como los problemas maritales, adopciones, consumismo, entre otros, eran patrocinados en los Estados Unidos por la marca de cigarros Winston.

Si a mediados de los años cincuenta ya se vislumbraban diferentes juguetes didácticos como El Señor Cara de Papa, el fuerte de la industria era y sigue vigente, la imitación de los infantes hacía los roles adultos: muñecas y utensilios de cocina para las niñas y objetos de trabajo y figuras de soldados, buzos y vaqueros entre otros para los niños, así como los montables para ambos sexos; las series de televisión revolucionarían el gusto y por consiguiente el consumo por los juguetes.

Batman, serie televisiva producida de 1966 a 1968 basada en el personaje de DC Comics, transformó el entretenimiento de su época. 120 capítulos que mezclan el humor con las aventuras y cuyo éxito desató en su momento la Batmania o Batimania.

Programa que incursionó a una villana afroamericana, destacados actores de la época e incluso la similitud de su tema con el estribillo de la canción de The Beatles Taxman, concebidas el mismo año, propició que por su éxito se comercializaran figuras de juguete basadas en sus personajes, labor que tuvo continuidad con el icónico batimovil y escenarios como la baticueva.

Otras series siguieron sus pasos. Star Trek, con capítulos de ciencia ficción también de 1966, al principio no interesó a las industrias jugueteras producir artículos relacionados con el programa, pero la llegada del hombre a la luna tres años después, impulsó el interés hacía los juguetes con temática espacial. Caso similar con la película El planeta de los simios y su serie estrenada en 1974, que combinaba elementos espaciales con terrestres, además que ambas presentaban personajes antropomorfos, esos que dictarían el futuro de las “figuras de acción” y consolidarían años después a franquicias como Star Wars, sin duda la más exitosa de todas en este y otros rubros.

Para el caso de las caricaturas, la publicidad de juguetes mediante comerciales en programas infantiles, fomentó el consumo de estos productos y propició que se hicieran programas dedicados a los juguetes anunciados, siendo pioneros He – Man en 1983, Transformers en 1985, Thundercats del mismo año y para las niñas Strawberry Shortcake o Rosita Fresita en buen mexicano, de 1978 y llevada a la televisión en 1982 o los Ositos cariñositos creados en 1983 como juguetes y dos años después su creación como caricatura televisiva.

Mucho de estos productos temáticos del pasado en la actualidad se cotizan en miles de pesos, dependiendo las condiciones que se encuentren y con mayor valor si conservan su empaque original. Así que ya sabe amable lector, si Usted ha comprado de la mejor manera o con el mejor berrinche a su hija (o), sobrina (o) e infante preferido juguetes con la calcomanía alusiva de la Doctora Juguetes en un juego de té, un casco de plástico de la Patrulla Canina o el nuevo amiguito de Peppa Pig, piénselo dos veces antes de tirar su envoltura o vaya haciendo su colección, nunca se sabe que costo alcanzaran después.

En la actualidad es difícil concebir algún programa o película infantil que no vaya acompañado de un producto temático. Negocio finalmente, lo más seguro es que en cada nuevo proyecto, cada programa dedicado al segmento, la primera pregunta que se harán los productores es ¿Y si hacemos un muñeco?

Sus comentarios y sugerencias son bienvenidas.

Suscríbete al blog por correo electrónico

Introduce tu correo electrónico para suscribirte a este blog y recibir avisos de nuevas entradas.

Únete a otros 174K suscriptores