¿DE QUÉ ESTÁ HECHO EL PRESIDENTE?

hector redes

SALVO SU MEJOR OPINIÓN

¿DE QUÉ ESTÁ HECHO EL PRESIDENTE?

Las revelaciones de la ejecución extrajudicial de presuntos delincuentes por parte de militares en Tlatlaya, los normalistas desaparecidos en Iguala, el escándalo de la llamada “Casa Blanca”, el desplome de los precios del petróleo y una economía estancada han puesto al gobierno de la república ante una severa crisis que pondrá a prueba la reacción del presidente y las acciones concretas que deberá emprender para poder estar a la altura de las circunstancias.

El Pacto por México resultó un golpe mediático espectacular, la consecución de reformas estructurales históricas le colgaron la medalla al gobierno federal de excelente negociador, el éxito legislativo fue rotundo, la imagen del país en el exterior mejoró considerablemente y fue entonces cuando comenzó a hablarse del “momento mexicano”, nuestro país se había atrevido a cambiar, había logrado derrotar los tabús acerca de temas ancestralmente espinosos; con una negociación impecable, el primer mandatario logró lo que muchos de sus predecesores hubieran querido, consenso, y eso se le debe reconocer a plenitud.

Pero cuando todo pintaba color de rosa, cuando éramos elogiados por el exterior, surgió la crisis de Iguala y el pasmo gubernamental fue notorio, soy de los convencidos de que el presidente hizo bien en bajarle el tono al tema de la inseguridad, fue una buena idea que pusiera sobre la mesa del debate otros tantos temas importantísimos para el desarrollo nacional y que no diera continuidad a una agenda monotemática como fue la del ex presidente Calderón con el asunto de la seguridad; sin embargo, también es cierto que el hecho de no darle tanta difusión a los detenidos y al desmantelamiento de bandas criminales, no resolvía por sí mismo el grandísimo problema, el cual le estalló en la cara al gobierno federal.

Quizá lo acontecido a los 43 normalistas de Ayotzinapa sea la gota que derramó el vaso a tanto hartazgo de la ciudadanía, es por eso que el gobierno federal debe asumir que de esta coyuntura deben surgir cambios verdaderos para que impere el estado de derecho y se terminen de una vez por todas las corruptelas de tanto pillo impune, que se investiguen a fondo todas y cada una de las denuncias del pueblo, que no vuelvan a quedar en el olvido asuntos tan dramáticos como el de la guardería ABC; porquerías como las de Humberto Moreira en Coahuila o Leonel Godoy en Michoacán, la gente ya se cansó de tanto cínico y lo está demostrando.

Enrique Peña Nieto debe asumir con hechos que las cosas no pueden seguir igual y debe actuar en consecuencia, la putrefacción ya se hizo presente en todos los partidos políticos y solo haciendo respetar la ley es como se puede ir recuperando una credibilidad muy dañada y eso aplica para todos, incluso para los vándalos que se cuelan en las manifestaciones pacíficas quienes parecieran gozar de un estado de privilegio que les permite cometer todo tipo de barbaridades.

El gobierno federal inicia con su tercer año de gobierno ante pruebas durísimas, de acuerdo a cómo actúe el presidente en los próximos meses, veremos de qué está hecho.


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