DIEZ AÑOS DE UNA GUERRA PERDIDA

hector redes

SALVO SU MEJOR OPINIÓN

DIEZ AÑOS DE UNA GUERRA PERDIDA

Hace una década el presidente Felipe Calderón decidió lanzar una ofensiva sin precedentes contra los cárteles de la droga. Para iniciar con el enfrentamiento sacó al ejército de los cuarteles e inició un operativo en Michoacán que poco a poco se fue extendiendo a lo largo y ancho del país. En ese momento, México contaba con la cifra más baja de homicidios por cada cien mil habitantes desde que se toma registro de ello, alrededor de ocho por cada cien mil. A partir de la entrada de las fuerzas armadas, la violencia se disparó hasta alcanzar números de horror que triplicaron esa cifra. Los enfrentamientos ya no se limitaban a los grupos criminales, ahora la población civil era molestada a través de extorsiones y secuestros, todo se comenzó a pudrir.

Por más que defiendan la estrategia de Calderón, la realidad es que jamás tuvo un diagnóstico claro de qué hacer y de cómo hacerlo. El propio Calderón sin querer lo aceptó cuando en una entrevista hizo una analogía de su “guerra” contra el crimen y la intervención quirúrgica de un persona, “Es como si fueras a operar a un paciente de la vesícula y cuando lo abres te das cuenta que tiene un cáncer expandiéndose por todo su cuerpo”. Lo anterior revela que Calderón desconocía el grado de cooptación que había alcanzado el crimen en las instituciones de gobierno en México. ¿No debió hacer nada? Por supuesto que no, pero creo que jamás debió lanzar una ofensiva bélica de esas dimensiones porque lo único que consiguió fue bañar en sangre al país. Debió ir poco a poco, pero quizá su afán de legitimarse en el poder lo obligó a actuar envalentonada y precipitadamente.

Lo dicho la semana pasada por el general secretario Salvador Cienfuegos me parece inquietante por decir lo menos. Se queja amargamente que a diez años de su incursión en labores de seguridad, el poder legislativo haya sido incapaz de crear un marco normativo que regule la participación de las Fuerzas Armadas en temas de seguridad. “No estudiamos para perseguir delincuentes” dijo Cienfuegos; “Algunos soldados están pensando en no obedecer y no ir a la guerra contra el narco pues prefieren ser juzgados por desacato en un tribunal militar que por un juzgado civil por violar derechos humanos” ¿Así o más claro?

La situación actual es insostenible. Las Fuerzas Armadas acumulan un evidente desgaste, no están entrenadas para perseguir ladronzuelos, es inevitable que su participación desemboque en violaciones de derechos humanos y eso los daña, los lastima, los expone. A diez años de iniciada la absurda “guerra” seguimos en las mismas. La gran mayoría de las policías es un desastre absoluto y poco o nada han hecho los gobernadores y los presidentes municipales pues para ellos es muy fácil tomar el teléfono y echarse en los brazos de la federación para que el ejército y la marina los rescate. La dichosa “guerra” no ha logrado disminuir la violencia, por el contrario, la ha incrementado. El desastre es absoluto.

TOVAR Y DE TERESA

Muy lamentable el fallecimiento del secretario de Cultura Rafael Tovar y de Teresa. Hombre culto y probo, hacedor de instituciones y quien trascendió los vaivenes de la política.

VACACIONES

Esta columna se toma unos días de vacaciones. Será un placer reencontrarnos el próximo viernes 6 de enero. ¡Felices fiestas!

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Twitter: @gomez_cortina

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