Ni las estatuas se salvan

hector redes

TRINCHERA CIUDADANA



NI LAS ESTATUAS SE SALVAN

¿Se imagina usted amable lector el tiempo que se requiere para que una persona o un grupo de personas arranquen de su base una estatua de metal, la transporten a un vehículo y se vayan con ella?

El pasado jueves desapareció del parque Alameda una de las estatuas que engalanaban sus andadores. Se trata de la estatua de la diosa de la victoria que tras la desaparición dejó solo hierros retorcidos en la base y de la cual nadie dice saber absolutamente nada.

El robo de la figura podrá parecer anecdótico ante la incesante inseguridad que a diario azota inmisericorde a toda la región, sin embargo, es una fiel muestra del nulo estado de derecho, de la impunidad persistente y el resultado de ser una tierra de nadie en la cual sucede todo tipo de actos ilícitos sin que absolutamente haya consecuencia alguna. Aquí no se cuida ni la vida humana, ni el patrimonio particular, ni mucho menos el patrimonio histórico. En Celaya, la tierra de nadie, la única certeza es la zozobra y la desolación.

Hace varios años se robaron también una placa que se encontraba en la pared del edificio de la presidencia municipal. Seguramente la vendieron en unos cuantos pesos. Han pasado muchos años y en la actualidad permanece únicamente el marco que daba lugar a la inscripción. No ha habido una sola administración que desde entonces haya tenido siquiera la intención de reponer la placa y conservar así la memoria histórica.

La antigua estación del tren también sufrió un atentado cuando un vagón descarrilado arrasaba con la pared. Ningún resultado hasta ahora tras semejante destrucción.

Poco falta para que un día nos levantemos y ya no exista la bola del agua.

Pobre Celaya

Twitter: @gomez_cortina

19/06/2020

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