TRINCHERA CIUDADANA.
DECLAMACIÓN Y ORATORIA
La semana pasada tuve el privilegio de participar como jurado junto al maestro Hugo Agustín Gallardo Tovar, al doctor José Ricardo Elguera Mendoza y a la licenciada Aracely Mancera Pérez en un concurso de oratoria y declamación llevado a cabo en el auditorio de la preparatoria oficial de Celaya.
En el pasado también había fungido como tal en otros certámenes convocados principalmente por instituciones educativas y a pesar de que siempre he considerado estos ejercicios como enriquecedores y positivos, normalmente me encontraba con el clásico alumno que ni ganas tenía de participar y que se encuentra ahí porque de otro modo no pasaría la materia o quizá incentivado por algún punto extra ofrecido por el profesor.
Pensé ingenuamente que en esta ocasión no sería diferente, pero estaba muy equivocado.
En ambos concursos encontré participantes apasionados, profesionales, estudiosos, brillantes y comprometidos. Hubo piezas reconocidas de oratoria, pero también temas propios, de la pluma y letra de los bachilleres.
El nivel fue tan elevado que no podía encontrar motivo para quedarme con solo tres finalistas. Mis compañeros del jurado se encontraron en la misma situación, y tomar una determinación fue sumamente difícil para todos, pues bien habría podido haber más de un primer lugar.
Finalicé emocionado y entusiasmado por haber sido testigo de un ejercicio ejemplar convocado por una institución de raigambre en nuestra ciudad. Me llena de gusto y satisfacción que el sueño de los fundadores de la preparatoria se mantenga vigente en las actuales generaciones.
Agradezco profundamente a la Maestra Fátima Esquivel por la invitación y a la ahora llamada Escuela de Nivel Medio Superior por la impecable organización.