MUDANZA

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Celaya Internacional .



MUDANZA

“… la Corona, símbolo de la permanencia y la unidad de la Patria, no puede tolerar en forma alguna, acciones o actitudes de personas que pretendan interrumpir por la fuerza el proceso democrático que la Constitución votada por el pueblo español, estableció en su día a través de referéndum”

Juan Carlos I de España, La Zarzuela, Febrero de 1981  


La ya negociada y muy analizada salida del rey emérito Don Juan Carlos I, no dejo de cimbrar el inicio de esta semana, y no porque no se pueda o se sepa continuar la vida de Estado sin él, porque desde su abdicación en 2014 a favor de su hijo, el ahora rey Don Felipe VI, su vida publica había quedado relegada a ciertas actividades muy familiares como las tradicionales vacaciones de la Semana Santa y algunas culturales pero pocas, muy pocas junto a su sucesor.

A nivel exterior y a nivel interno de país quedaran algunas anécdotas, de las cuáles dos son las más representativas, el ¿por qué no te callas? Dirigido al parloteo sin sentido y a los insultos al Jefe de Gobierno español, Jose María Aznar, que emanaba en aquella Cumbre de Iberoamericana, Hugo Chávez, entonces presidente de Venezuela, esta es recordada como una anécdota muy fuera de protocolo pero sí muy acertada y hasta jocosa por la espontaneidad del rey, es verdad debo decir que en lo personal me causo mucha gracia, quizá a los fieles fanáticos de Chávez escucharlo hablar varias horas al día era agradable pero para personas nada fanáticas, era simplemente un martirio, incluso escucharlo menos de cinco minutos. La segunda, y la más recordada a nivel interno, fue el papel que jugo Don Juan Carlos I en el histórico 23-F, aquel vergonzoso episodio de 1981, en el que un grupo de fanáticos militares intentaron dar un golpe de Estado y derrocar así al gobierno, ese episodio en el que el entonces rey escandalizado por esos actos barbáricos, dirigió y coordino las operaciones para que el ejército y la guardia civil pudieran liberar el Palacio Legislativo en el que se encontraba reunido el gobierno que investiría al candidato al gobierno, Leopoldo Calvo-Sotelo, sucesor de Adolfo Suárez, el manejo que tuvo con la crisis y ante los golpistas le ganó ante el pueblo, el titulo que hacia años ya ostentaba, ahora sí era el Rey de España, ante esa situación estuvo a su lado la Reina Doña Sofía, apoyándolo y con ella, el pequeño Felipe Príncipe de Asturias, que tenia la obligación de ir aprendiendo.

 

Ahora el rey emérito por acuerdo desde el Palacio de la Zarzuela y bajo una decisión que puede o no gustar a muchos, tendrá que irse de España, quizá ya se haya ido como muchos especulan, quizá no sea una decisión permanente porque además dentro del comunicado de sus abogados se ha dejado muy claro que Don Juan Carlos estará a disposición de los órganos fiscales en todo momento. Le cuento querido lector, esta “mudanza” se ha generado por el dinero que recibió como regalo por su gran amigo el rey de Arabia Saudí, Salman Bin Abdulaziz.

No habría mayor problema si el dinero hubiera entrado en España y hubiera pagado los impuestos, ese es el verdadero problema, porque el rey de Emiratos regalo dinero propio, y él puede regalar dinero o joyas a quien él lo decida, el entonces rey lo recibió pero como mencioné, no lo introdujo a España sino que creo una fundación y tal como consta en documentos enviados a los abogados que contrato el dinero servirá para mantener a su familia, aquí es importante hacer una aclaración, todos, absolutamente todos como padres queremos proteger a nuestros hijos, de ello no podemos acusarlo, de hecho ya ha levantado enorme revuelo el hecho de que a él la ley lo persiga y no así a la familia Pujol que en supuestos sobornos ha amasado una fortuna que también se encuentra en paraísos fiscales, por ejemplo, y así podemos irnos con muchos políticos de absolutamente todos los colores e ideologías a todo lo largo y ancho de España, que es el caso que nos ocupa, porque claro, muy desafortunadamente ninguna nación en el globo terráqueo está exenta de vivales y abusivos politiqueros, pero el caso es ese, que este no es un politiquillo o empresario-político venido a más, ¡era el rey! y como obligación tenia que dar el ejemplo moral, es por ello que se le persigue.

Este alejamiento de las actividades reales, es otra de las seguramente difíciles pero muy necesarias decisiones que ha tomado el actual rey, Don Felipe VI, primero alejar a su hermana y desmarcarse de su cuñado, después quitar la paga vitalicia a su padre así como ahora el título de rey emérito, presentar una legislación para que todo regalo a cualquier miembro de la corona (depende la cuantía) sea catalogado como patrimonio de la Nación española, con tantos detractores que conocen bien poco de la historia general de España, es importante marcar distancia con aquello no que golpee a un hombre sino que golpee a una de las Instituciones.

Es muy importante, querido lector dejar claro que el dinero fue un regalo personal porque Don Juan Carlos I, fue mediador para conseguir contratos para que empresas españolas construyeran el tren rápido (A.V.E.) en Arabia Saudí, o sea que el beneficio fue para empresarios españoles, no es que él haya hecho negocios sucios, de nuevo, es muy importante mantener claro que si un rey, uno de los más ricos del mundo, regala dinero personal a alguien, está en su derecho, en todo su derecho, lo reprochable es que Don Juan Carlos, no haya pagado al fisco español y como el mismo lo dijo en alguna ocasión, todos deben ser medidos por igual ante la ley, quizá el hecho podría haberse zanjado, con el pago de las multas pero en este caso la cuestión es obviamente política, y muchos pseudo políticos quieren atraer reflectores y hacer, ahora sí y nunca mejor dicho, su agosto.

Don Juan Carlos deja muy atrás esa valerosa actuación del 23-F, dejando en el recuerdo de los más jóvenes y que viven en la inmediatez o la auto ignominia, el recuerdo de una rey que en sus últimos años de reinado se fue de safari (acto sumamente reprochable el cazar animales, éticamente nada bien visto y menos en un monarca europeo), una amante despechada (la empresaria alemana Corina) que fue quien facilito documentos al saber que no accedería al dinero que supuestamente le regalaron pero bajo contrato de no acceder al mismo y obviamente, este dinero guardado en Suiza primero y luego otra cantidad en Panamá a través de una Fundación.

No me extenderé el caso de Corina que ya fue citada como imputada, porque creo que ambos tendrán ahora que dar cuenta de sus ambiciones y malas decisiones. A Don Juan Carlos, más le hubiera valido ser claro con dicho dinero y traerlo a España y pagar los impuestos, mismos que habrían sido de mucha utilidad a su país incluida la fundación. Ahora solo le quedará, recordarse a sí mismo las palabras en referencia a la Guerra Civil española y al exilio de su padre “…España era el único tema de conversación que apasionaba a mi padre. Todo lo relacionaba siempre con España. Mi exilio no tenía nada en común con el de mi padre. Yo había nacido exiliado. Nunca había conocido mi país. No podía añorar lo que añoran siempre los exiliados…”  ahora, con este autoexilio aunque sea temporal, podrá añorar España y a su familia.

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