MYANMAR

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Celaya Internacional




MYANMAR

 

 

“… no era el número de votos sino el de soldados y fusiles lo que daba la supremacía política…”

Octavio Paz, escritor y diplomático mexicano, Ganador del Premio Nobel (1990) y Cervantes (1981)

 

 

La Constitución Mexicana recién ha cumplido 104 años, desde entonces y tan solo hasta hace pocos meses ya había sufrido 741 reformas, todas claro encaminadas a actualizar nuestra Carta Magna, porque para hacer valer el sentimiento mismo de la Nación no es necesario cambiar la Constitución sino darle realce o modificar aquellos puntos en los que se va quedando obsoleta, sino veamos tan solo la de los Estados Unidos de Norteamérica que a base de enmiendas ha sobrevivido desde 1776 y que llegue quien llegue su base y simbolismo es absolutamente el mismo, ser y mantenerse como potencia hegemónica.

 

Las Constituciones al contrario de lo que los políticos piensan, no fueron creadas como órganos de control a la ciudadanía nada más sino para ejercer control al propio gobierno, establecen los límites del llamado ejercicio de poder que en realidad debería ser un ejercicio de administración del gobierno, pero claro, en general los políticos no son administradores así que no saben que hacer con ello, entonces para los gobiernos es más fácil ejercer un sistema de poder, tomando algo tan básico como la naturaleza que nos ha enseñado que sobrevive el más apto ya sea en capacidades físicas, bien inteligencia o aquel que ejerce el poder supremo a través de las armas ya sean bajo forma de ley o bien de fuego. Bajo este precepto a lo largo de la historia hemos visto el uso de la ley suprema como escudo para mantenerse en el poder y llevar a cabo acciones nada apegadas a la protección de los gobernados.

 

En el caso de Myanmar que a muchos les gusta seguirla llamando Birmania la ley castrense y la ley civil están profundamente relacionas. Lo que en ese momento era conocido como Birmania tuvo a lo largo de su historia invasiones por parte del Imperio Chino, de Reino Unido y de Japón para nuevamente ser retomada en 1945 por parte de los británicos, así en 1948 este ultimo no tuvo más remedio que conceder la independencia pero entonces el problema se volvió mayor porque por un lado existían aquellos que apoyaban al socialismo soviético que avanzaba por el mundo buscando adeptos y por el otro, al comunismo chino que también hacia lo mismo, es precisamente que en 1949 los comunistas se sublevaron y se hicieron con el control estableciendo así un sistema comunista militar, tal como cualquier sistema comunista del siglo XX, pero que en dos ocasiones se proclamaron socialistas sin abandonar su sentido militar, así había surgido su Constitución que estuvo vigente hasta 1988, cuando de nuevo otra revuelta se suscito exigiendo una mayor apertura al mundo y a un sistema democrático, un año después en 1989 se instauro una Junta Militar que cambió el nombre del país por el de Unión de Myanmar que es reconocido hasta hoy por las Naciones Unidas y la Unión Europea, el cambio de nombre no es bien visto por opositores del gobierno tanto dentro y fuera del país que además continúan llamándole Birmania.

 

Aunque con subsecuentes enfrentamientos internos, detenciones ilegales de los detractores al gobierno, actos de genocidio llevados a cabo por el propio gobierno hacia las minorias musulmanas que son vistas como inmigrantes a pesar de tener en el territorio unos 200 años, la Comunidad Internacional no hacia más que expresar su rechazo a dichas acciones o bien voltear a otro lado. En 2010 se llevaron a cabo elecciones modificando la constitución de nuevo pero aquí se agregó un artículo muy específico, que permite al ejercito conservar el 25% de la Cámara Legislativa así como los Ministerios de Defensa, Seguridad Fronteriza e Interior para así proteger a la nación de intromisión occidental a esto se le agregó también el artículo 417 que permite al ejército tomar el país en caso de verlo en la amenazado, paradójicamente rompieron la constitución para salvarla. La otrora activista Aung San Suu Kyi, fue nombrada como Presidenta de facto, figura que no esta contemplada en la Constitución y que fue aplicada por un movimiento legal, pero los militares se ven así mismos como garantes de la unidad y estabilidad del país y a pesar de que el gobierno de Aung San Suu Kyi aplico reformas constitucionales sin mucho impacto pero que sí generaban un grado de apertura el gobierno militar decidió que la Seguridad Nacional se estaba poniendo en riesgo.

 

Aung San Suu Kyi que estuvo casi 21 años en prisión domiciliaria y a quien se le otorgó el Premio Nobel de la Paz 1991, es vista por los medios internacionales como la ‘madre’, mientras el ejército se considera a sí mismo el ‘padre’ de la nación», precisamente en este sistema de rifirafe “matrimonial” el ejército ha visto a a los extranjeros como un peligro por la entrada al comercio internacional, aquí es necesario puntualizar que Myanmar cuenta con grandes reservas de gas natural, petróleo, piedras preciosas, cobre, níquel, zinc y oro.

 

La pandemia y las restricciones a los rohingya (población de casi 1 millón de personas que se concentraba mayoritariamente en el norte del estado de Rakhine en Myammar) quienes de por sí ya tenían una situación complicada como minoría musulmana dentro de un estado budista que no los reconoce como ciudadanos.

 

Ejercicio democrático fallido o estado de derecho fallido, ambas situaciones debemos tomarlas como una sola, porque la democracia sin libertad no existe pero, debemos de tener cuidado con ellos porque la libertad sin democracia es, como decía Octavio Paz, una falacia. En esta situación, con la presidenta de facto arrestada, la ONU rechaza que los militares convoquen elecciones, una de las situaciones más graves que cuentan los ciudadanos es el bloqueo de las redes de comunicaciones al exterior, el Internet se había suspendido, los enfrentamientos ya suman varios heridos y fallecidos y como decía, claro esta que no se permitirá la continuación del conflicto civil pero ahora mismo,  en plena pandemia mundial, una ayuda efectiva en la nación por parte de otros países es simplemente un acto suicida. Como siempre la peor parte la llevan los ciudadanos, porque está claro que el gobierno lejos de proteger está buscando continuar con las prebendas y beneficios que el poder de la fuerza les otorga, tal como están haciendo muchos a nivel mundial, porque unos usan el fuego y otros las leyes. 



//Fecha de publicación: 10/02/2021

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