Luis Alberto Ramos, el ciudadano

candil vero

Candil de la Calle.


            Luis Alberto Ramos, el ciudadano

            Fue cuidador de animales en la sierra, me dijo en alguna ocasión el contador Luis Alberto Ramos, nacido en la ciudad de Guanajuato, pero ocupado durante varios años de su vida en ejercer la ciudadanía en León, con todo lo que implica, en el más amplio sentido.

            Metido de lleno en los procesos de organización civil para la rendición de cuentas de las autoridades en distintos rubros, conoció de primera mano la línea fina en la que interactúan frente a frente gobiernos y ciudadanos; los primeros siempre creyendo que los consejos, organismos y mesas ciudadanas les deben servir para validar, lavar la cara o convalidar decisiones, correctas, equivocadas o rotundamente fracasadas.

            La Mesa ciudadana de seguridad con el gobierno municipal en León –en la que el contador Ramos participó- pudo ser un organismo civil con ese color indefinido; fue contrastante su surgimiento con Ricardo Sheffield; su relación ríspida con Bárbara Botello, que obligó a buscar la autosuficiencia, hasta llegar a los tiempos difíciles con Héctor López Santillana, obligado a (intentar) componer y recomponer la estructura de su gobierno en materia de seguridad y administración, aunque con los ya conocidos yerros en el primer rubro y la colocación de amigos en el segundo.

            Desde el Observatorio Ciudadano de León, don Luis Alberto Ramos entendió y atendió como pocas organizaciones en el estado la función de los medios de comunicación. Coincido con colegas que resaltan la importancia que esta organización civil ha dado al puntual seguimiento hemerográfico para contextualizar la dramática pérdida de la paz social por la violencia generada por grupos criminales cuya actuación ninguna autoridad previene, inhibe o frena, y su análisis contrastado con los datos oficiales.

            Sus reportes son esperados por numerosos medios de comunicación; el seguimiento a detalle de la incidencia en diversos delitos ha resultado ser más informativo que cualquier vocero institucional, por decir lo menos.

            Estos reportes han sido, sobre todo, la base de sendos ejercicios públicos para la exigencia de rendición de cuentas a las autoridades estatales y municipales en materia de seguridad, que sin duda han tenido una incidencia en la sociedad leonesa y en las decisiones de la autoridad.

            Pero este no fue el único rubro del ejercicio ciudadano en el que participó y reconoció el quehacer periodístico. ¿”Cómo ayudo?” fue una frase que frecuentemente le escuchamos decir ante alguna iniciativa en temas como los derechos humanos, la solidaridad social, las denuncias por corrupción, se tratara del funcionario de quien se tratara…

Fue uno de los pocos que públicamente ofreció su respaldo y solidaridad a la gestación de la Ley estatal de protección de personas defensoras de derechos humanos y periodistas, y festejó su promulgación.

Participó en la organización del foro “Regeneración por la paz” en el que por primera vez se reunieron en un foro en el estado (en León) decenas de familiares de personas desaparecidas.

En ese foro, por cierto, se asomó esa parte de la realidad del estado que se ha querido ocultar y que hoy, de manera rotunda, se manifiesta desde la voz de las madres, hermanas, hijos de aquéllos que fueron desaparecidos por civiles o por agentes de corporaciones.

De lo que me consta de manera directa, en sus últimos días y horas fue solidario y apoyó a estas familias de personas desaparecidas en su movilización para un foro de revisión del tema en León, así como al movimiento estudiantil en la Universidad de Guanajuato.

El Observatorio Legislativo del Congreso del estado, de cuya primera generación formó parte como presidente en un muy corto periodo de tiempo, queda severamente mutilado con su ausencia.

De eso y de mucho, mucho más, habrá que hablarse en lo subsecuente sobre Luis Alberto Ramos, el ciudadano. 

17/12/2019

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