IRAPUATO, GTO. A 19 DE SEPTIEMBRE DE 2020.- Por encima de la ley, cuatro inspectores de Fiscalización suspendieron una tienda de abarrotes y pusieron sellos de clausura en el negocio, estando adentro una familia, entre ellos, el dueño y un ayudante.
La tienda de abarrotes está instalada en una casa habitación, ubicada en calle Tierra Fría, del fraccionamiento privado Tierra Nueva, al norte de la ciudad de Irapuato.
Daniel Aguilar, el propietario de la tienda «La Ardilla”, informó que instaló su negocio en el mes de febrero, luego de ser despedido de su trabajo a causa de la pandemia por COVID-19.
Reconoció que no sacó el permiso para su operación, pero desde hace un mes, sin identificarse se habían acercando hombres que lo amenazaban con llevarse toda la mercancía y golpearlo si no cerraba. Aseguraron ser de un grupo delincuencial.
Además de que lo acusaban de vender alcohol y cerveza, sin autorización, hecho que no fue comprobado.
La tarde-noche de este viernes, al local llegaron cuatro hombres uniformados y con credenciales de la Dirección de Fiscalización, quienes sin entablar ningún diálogo, comenzaron a colocar sellos de clausura en el negocio, estando adentro el dueño, su empleado y familia.
Y al irse, todavía los amenazaron que si rompían los sellos cometerían un delito, lo que eso generó la molestia de los vecinos, quienes solicitaron la intervención y apoyo de los medios de comunicación para difundir la situación.
Al hacerse público el caso, el director de Fiscalización, Javier Ortega Salas, personalmente se acercó, pidió disculpas y quitó los sellos de clausura.
Reconoció el error, que no había alguna autorización para la clausura del negocio y que se dará inicio a un procedimiento interno en contra de los cuatro inspectores que actuaron con negligencia.
