Entre uppercut, swing y ganchos, desde los centros penitenciarios de Valle y Celaya clase de boxeo

Foto: Felipe Arpero

CELAYA, GTO. 6 DE ABRIL 2025.- En Guanajuato, las altas bardas no fueron obstáculo para que cientos de internos se unieran a la práctica masiva de box celebrada este domingo en todo el país; desde Valle de Santiago y Celaya, los puños se elevaron en pro de la paz y el deporte.

Las puertas del Centro Estatal de Prevención y Reinserción Social (CEPRERESO), conocido como CERESO Mil en Valle de Santiago se abrieron para documentar la práctica en la que participaron 702 internos concentrados en el patio de visitas.

“Ceprereso Valle de Santiago Varonil, orden respeto y disciplina. ¡Por la Paz contra las adicciones!”

Con sus pantalones y camisas color naranja, y con las siglas en la espalda del SIPPEG, (Sistema Penitenciario Estatal de Guanajuato), los hombres de distintas edades y complexiones participaron en la Clase Nacional de Boxeo.

En Valle de Santiago, el penal varonil de máxima seguridad y el segundo más grande de Guanajuato, los internos construyeron un ring de box; con una mampara prestada, llantas como base y otros objetos adaptados; además pintaron tres lonas alusivas al orden, al respeto y a la paz evocada con esta actividad.

Tres internos con experiencia en el deporte, José Alberto, Jeovan e Israel, con sus guantes de box y desde el centro del ring dirigieron la práctica ante los más de 700 compañeros y custodios que resguardaban el perímetro.

Foto: Felipe Arpero

Bending, gancho al hígado, recto de derecha, luego de izquierda, swing, eran algunos de los movimientos que gritaba José Alberto, el instructor con un micrófono de solapa desde donde se replicaban las instrucciones en el sonido instalado por otro grupo de internos.

Todos coordinados, al mando de la directora del centro, quien detalló que desde días antes comenzaron a ensayar la clase; desde la formación hasta la rutina que duró 45 minutos.

“Tuve la oportunidad de representar al Estado de Guanajuato en dos ocasiones a nivel nacional, desgraciadamente uno comete errores; estamos apoyando a la disciplina gracias a las autoridades que nos apoyan para seguir fomentando el deporte”, dijo Alberto “Soriano”, al explicar que es originario de León y fue medalla de bronce a nivel nacional; peleó en 40 ocasiones de las cuales ganó 35.

Los participantes reconocieron que el deporte ayuda a alejarse de los vicios y la violencia, como citó Israel, quien a sus 28 años, cuenta que está preso desde los 18 años y ahí dentro encontró el amor al deporte.

“Yo lo practiqué aquí, una manera de salir de las adicciones, fue el deporte, el box; yo era una persona muy violenta y esto me enseño una disciplina no pelear con las autoridades. Estoy muy agradecido por que con el box no es necesaria la violencia, simplemente el respeto y salir adelante”, afirmó en entrevista al explicar que su gran sueño es estar arriba de un ring y demostrar que se puede.

Jeovan, dijo que sigue practicando el boxeo como una disciplina que sana a las personas; dijo estar contento, porque hoy las autoridades penitenciaras permiten el desarrollo de estas actividades.

“Esto se lo quiero inculcar a mis hijos, a mi familia y a todas las personas para que ellos estén bien y se sientan bien consigo mismos”.

En la clase masiva de boxeo, también participaron los hombres y mujeres del personal administrativo y operativo del CEPRERESO, quienes formados en las últimas filas siguieron las instrucciones.

Para concluir, los internos cambiaron sus posiciones y se concentraron al centro del patio para formar las letras y escribir la palabra PAZ, al grito de la arenga de “por la paz, contra las adicciones”, con el puño en alto.

El CEPRESO, Centro Estatal de Prevención Social, ubicado en la zona urbana de Celaya reunió a 250 hombres en el patio central; los “monitores” también fueron 3 internos con experiencia en el deporte acompañados por el instructor deportivo del centro; quienes desde un tapanco elevado dirigieron la práctica de alrededor de 40 minutos.

Vestidos con su uniforme color caqui, los presos siguieron las instrucciones para después, recibir a sus familias, pues además de la clase masiva, fue domingo, día de visitas.

Foto: Felipe Arpero

Originario de Apaseo el Grande, José del Refugio Malagón, compartió que fue entrenador de jóvenes de secundaria, de entre 11 y 13 años.

“Yo aprendí joven desde los 13 años, (¿y aprendiste en Apaseo?) no, en Estados Unidos, estudie allá; (¿si peleabas en el ring?) sí, sí llegué a ganar varias y perdí también”, conocido como Kislev (noviembre), José del Refugio contó que peleó en 7 ocasiones, de las cuales solo perdió una.

Saúl, practica el box desde hace 15 años, inició a los 18; originario de Celaya, explica que también se subió al ring varias veces, y era conocido como “Rayo”.

”Me gusta porque tomo una disciplina que me ayuda en muchas cosas, para el desestrés, (¿qué opinas de este ejercicio?) me parece muy bien, ojalá que a la gente le guste y si les gusta pelear pues que hagan un torneo”, afirmó.

El director del centro celayense y su equipo apoyaron a los periodistas con la toma de videos para documentar los testimonios, ya que al igual que en Valle de Santiago no se permite el acceso de celulares.

En ambos centros penitenciarios, la práctica concluyó con un grito en coro de las frases “orden, respeto y disciplina” y “por la paz, contra las adicciones”.

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