SALAMANCA, GTO. A 20 DE SEPTIEMBRE DEL 2022.- “Mi día era completamente normal el 19 de septiembre del año pasado, hasta que el suceso de la bomba está que explotó, estaba celebrando el cumpleaños del gerente del establecimiento, el cual murió; lo celebramos en el bar 1604 y todo estaba transcurriendo bien, hasta que llega un regalo bomba que hizo que todo cambiara, mi vida cambió, la vida de todos los que estábamos presentes cambió”, contó Everest Eduardo, músico del bar 1604, a un año de la explosión.
El pasado 19 de septiembre, se cumplió un año de la explosión de un “regalo sorpresa” en el estacionamiento de dicho bar, en Salamanca, Guanajuato, que dejó como saldo, dos personas sin vida y otras más, lesionadas.
Entre las víctimas, estaba Eduardo quien acababa de terminar su turno y estaba guardando sus cosas, para irse.
En entrevista, contó que en el primer viaje del restaurante a su carro, vio que llegó un motomandados, la persona preguntó por “el del cumpleaños” y salió el gerente Mario, ya que ese día sí era su cumpleaños.
En su segundo y último viaje, vio que se acercó el dueño del bar, Mauricio y le gritó que fuera, para ver sí él sabía que era lo del interior, ya que no identificaban las cosas al interior del regalo. Cuando se acercó, el artefacto explotó.
“Yo recuerdo que iba saliendo, yo hice dos viajes, ya estaba terminando de tocar, para empezar, tenía un mes trabajando en el lugar, iba terminando de mi trabajo, a las 7 de la tarde terminamos de tocar y más o menos a esa hora, hice mi primer viaje de recoger mis instrumentos, los llevaba hacia el vehículo donde yo los transportaba y entonces, en el primer viaje, vi que llegó la moto, era un moto envío y preguntaron por el cumpleañero, decían por el dueño pero había una confusión, porque el dueño y el gerente cumplieron años en días similares, el gerente cumplió años el día que pasó la cosa, el evento el 19 y 3 días después, el dueño, hubo una confusión para quien era el presente”, comentó.
“En la segunda ocasión, yo salgo en mi segundo viaje a llevar mis instrumentos y recoger mis cosas y fue cuando explota, hubo una situación que el dueño de ahí, se llamó Mauricio y él me grita y me dice, oye Lalo, tú que crees que es esto, pero fue con un grito y en ese momento, yo iba bajando las escaleras y bajando de donde yo estaba, me acerco para ver porque ya habían abierto el y no sabían que era porque estaba escondido con papel y había varias cosas sospechosas, entonces el dueño se acerca para decirme a mi que era lo que yo pensaba, entonces me acerco y fue cuando explota”.
Tras la explosión, Eduardo sufrió una fractura de cráneo y su cerebro se inflamó, también presentó lesiones en sus brazos y torso, pues se le incrustó madera y plástico.
Por ello, los médicos le dieron horas de vida, sin embargo, un año después, se encontró estable y rehaciendo su vida.
“Yo estuve en riesgo fuerte de muerte, inclusive a mi esposa le habían dicho que yo tenía horas de vida, nada más y estuve en 3 hospitales, (…) Empezamos por Salamanca, luego Irapuato y terminé en León, en León fue donde más avance tuve, más evolución tuve, fue donde mejor me atendieron de alguna forma u otra y ahorita estoy aquí, gracias a mi familia, gracias a Dios y gracias a las personas que me apoyaron”.
Sobre las personas presentadas por la Fiscalía General del Estado de Guanajuato (FGEG), como presuntos responsables, Eduardo y Georgina, siguen detenidos, pero sin sentencia.
Personas cercanas al caso, indicaron que en febrero del 2023, se ha programado la audiencia para determinar su situación legal.
Hoy, el lugar, ubicado en la calle Faja de Oro, se encuentra en total abandono, ya no tiene el nombre del bar, pero sí varios grafitis en la fachada. De los familiares del dueño y el gerente, no se sabe nada.
