SALAMANCA, GTO. 09 DE JUNIO 2022.- Entre lágrimas y gritos de dolor, familiares y amigos se despidieron de los 5 estudiantes y la señora Juana, asesinados, el pasado lunes 06 de junio, en la comunidad de El Barrón, en Salamanca, con una misa y un emotivo sepelio.
Prácticamente todos los habitantes de la pequeña comunidad acudieron para llorar y decir adiós a las 6 víctimas.
En punto de las 12 del mediodía, se ofició la misa de cuerpo presente, en la que el párroco de la comunidad, lamentó lo sucedido a los jóvenes. Destacó que, es triste que se les hayan truncado sus metas e ilusiones.
“Qué difícil es ver, precisamente, truncada la vida de estos jovencitos que estudiaban el bachillerato con la ilusión de llegar a ser algo en su vida, como todos, cuando tenemos la adolescencia, cuando nos encontramos en esa edad, con la ilusión de ser alguien en esta vida, cumplir nuestros sueños, anhelos, ilusiones y nuestra hermana Juana, que también en estos hechos Dios la llamó a su presencia, no es fácil esto en el corazón de las familias, en el sufrimiento de la impotencia en estas situaciones tan difíciles”.
Personas cercanas a las víctimas, destacaron que salen con miedo a las calle.Tras el suceso, prefieren no salir y de ser necesario, hacerlo con precaución.
“No salir y si salimos, con precaución, (¿Conocían a algunas de las víctimas?) A todos, eran muy bien con nosotros, eran muy alegres, eran familiares unos de nosotros y sí, daño en algo”.
Durante la misa, el cortejo fúnebre y el sepelio no dejaron de tronar cohetes. Esto, como parte de una tradición de la zona, que se realiza cuando fallece algún menor de edad, en este caso, 5 jóvenes de 17 años.
Los cuerpos de las 6 víctimas, salieron del templo de Santiaguito en la comunidad de el barrón y fueron llevados en caravana de 50 vehículos, al panteón de la ordeña.
En la entrada al cementerio, se colocaron los 6 ataúdes de las víctimas, ahí, fueron despedidos por última vez.
El momento entristeció a más de uno, pues los familiares no dejaron de llorar y gritar, incluso, la mamá de una de las jóvenes, se desmayó.
Las más de 200 personas que acompañaron a los familiares de las víctimas, estuvieron resguardadas por elementos de policía municipal y del ejército, desde el templo de El Barrón, hasta el panteón de La Ordeña.