CELAYA, GTO. A 02 DE DICIEMBRE DEL 2024.- En un ambiente de tristeza, desconsuelo, resignación y hasta cierto punto hermetismo y temor, familiares, amigos y compañeros de servicio les brindaron el “último adiós” a los bomberos Ulises Ramírez Vázquez y Alejandro Ortega quienes perdieron la vida en la masacre perpetrada en el punto conocido como la “Y” ó “El Trébol de los Apaseos” este fin de semana.
Ulises Ramírez con tan solo 26 años, fue velado en el Barrio de San Juan en Celaya; ahí su tío Mauricio Ramírez habló de cómo recuerda a su sobrino, como era y del legado de ayuda que perdurará.
“Ulises era un muchacho alegre, un joven tranquilo, sin meterse en problemas, trabajador, esa es la realidad”, expresó su tío.
Ulises llevaba cuatro años dentro del cuerpo de Bomberos, pero desde niño vivó cercanía con la institución pues su papá también fue miembro de la corporación por más de 25 años.
“Al principio no le gustaba la Estación de Bomberos, no le gustaba ni que su papá se fuera a los servicios, pero al fin de cuentas, le terminó gustando y se enamoró de esa institución, de ese servicio”, recordó.
Detalló que la familia siempre se ha enfocado a ayudar, siendo este un legado que perdurará. En ese sentido, comentó que el día del lamentable suceso estaba trabajando.
“Estaba trabajando, salió de trabajar a las siete de la noche y venía en el trayecto, desgraciadamente uno no se lo espera, pasaron las situaciones y los demás hechos ya no me corresponden”, puntualizó.
El legado que dejará como un buen muchacho, alegre, sonriente y con vocación de servicio. Infortunadamente, deja a una esposa y una niña, mismas que tendrán que vivir su proceso e intentar salir adelante en esta lamentable circunstancia.
“Sabemos que hay más compañeros que están viviendo esta difícil situación, que les tocó estar en el lugar inadecuado, pues nada, pronta resignación, esfuerzo, ganas y sobre todo unión en la familia, lamentablemente a veces tienen que pasar estos momentos para que la familia se una”, finalizó.
Además de siempre ayudar y servir, otra de sus pasiones era el fútbol, su equipo favorito era el Cruz Azul, además de viajar y conocer nuevos lugares.
A PUERTA CERRADA
A puerta cerrada y bajo un ambiente de tristeza, también se realizó la velación del bombero Alejandro Ortega.
Fue en funerales San Rafael donde estuvo el cuerpo del bombero, rodeado de familiares, amigos y compañeros de servicio.
No se le brindó apertura a medios de comunicación, pero de vez en cuando, salían compañeros portando su playera de Bomberos, al igual que familiares, siendo un evento llenó de tristeza y nostalgia.
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