Siempre soñó con ser presidente municipal de su querido pueblo, siempre soñó con ser parte de la historia y a unas semanas de que concluya su gestión, se da cuenta, por fin, de que el poco o mucho trabajo que se hizo se pierde entre la marea de comentarios, opiniones y manifestaciones negativas para su gobierno. El sentimiento de frustración es inevitable ¿qué le faltó para que los ciudadanos notaran que sí trabajó?
Este 10 de enero los 46 nuevos Alcaldes de Guanajuato cumplen 3 meses de haber rendido protesta; el primer trimestre de su gobierno y ya se aprecian los estilos, las prioridades y las debilidades de cada uno.
Pero sin duda, las áreas de comunicación social hoy ya tienen una etiqueta que refleja el estilo de cada Presidente, si de verdad buscan “informar” y sobre todo “comunicar” lo que su gobierno hace, o solo buscan gente que les “haga bola” y les tome la foto cuando cortan un listón inaugural o cuando entregan un juguete o una despensa.
Los Gobiernos municipales destinan miles o millones de pesos para sus voceros o estrategas, pero no siempre se invierten de la mejor manera.
Hay desde los municipios pequeños que tienen a una o dos personas en el equipo o hasta los grandes entes del corredor industrial que tienen al séquito de asesores que marean a los Alcaldes con sus consejos sobre dominar a los medios a base de “billetazos”.
Hoy, en algunos municipios de Guanajuato, los periodistas padecen la obstaculización de información desde las oficinas de difusión o comunicación; los titulares de las áreas se la pasan justificando el “por qué no” pueden dar declaración los funcionarios, o el “por qué no” pueden dar información propiciando así las especulaciones, desinformación y sensación de opacidad.
Hay que reconocer que algunos son muy amables y atentos, pero totalmente inútiles. Y ya ni siquiera pedirles que generen agenda y suban a la tribuna los temas de interés para el gobierno, ni siquiera hacen lo básico respondiendo a las necesidades de los reporteros o a la difusión diaria de comunicados, fotos y audios.
Por increíble que parezca en algunas oficinas de comunicación ni siquiera mandan agenda de eventos, otros no saben ni escribir comunicados o creen que con publicar uno o dos párrafos de texto y muchas fotos sin seleccionar en Facebook (y ni siquiera llegan a twitter) ya están cumpliendo con su labor de informar al pueblo.
Las oficinas de prensa se convierten para algunos en el área que, -además de echarle porras-, debe advertirle al Alcalde o a los funcionarios que hay prensa interesada en abordarlos para entonces determinar “la ruta de escape”, en vez de establecer temas y respuestas a los asuntos que seguramente son de interés de los medios.
Así pues, a casi 90 días de gobierno, los Presidentes Municipales ya pueden evaluar sus estrategias, ya pueden evaluar a su gabinete y su relación con los reporteros de la fuente, líderes de opinión y periodistas de su zona, para que en su caso, en tres años no los veamos como el personaje descrito al inicio de este texto: frustrado y preguntándose ¿qué le faltó para comunicar bien sus logros?