Celaya Internacional.
LANZAR LA PRIMERA PIEDRA
“Leer demasiados libros es peligroso”
Mao Tsé Tung
La “ratificación” de la República Popular de China, la Federación de Rusia y Cuba como nuevos miembros en el Consejo de Derechos Humanos ha ocasionado el alzamiento de la voz de los defensores de Derechos Humanos y algunos disidentes cubanos, este espaldarazo significa para ellos una farsa y una falta de verdadera competencia y democracia al interior del Organismo Internacional.
El Consejo que en 2006 sustituyo a la Comisión de Derechos Humanos, es un órgano dependiente de la Asamblea General de las Naciones Unidas y su creación depende de la propia Carta de las Naciones Unidas, el Consejo de Derechos Humanos debe diferenciarse del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), el primero forma parte de la Asamblea General o sea que depende de los 192 Estados miembro y el Alto Comisionado se desprende de la Secretaría General de Naciones Unidas.
El ACNUDH tiene el encargo de promover y proteger los derechos humanos a través de los pilares de la propia Organización que son; la paz y la seguridad, los derechos humanos y el desarrollo, por su parte el Consejo promueve y defiende también los derechos humanos pero en temas más específicos como son las desapariciones forzosas, feminicidios, derecho y protección de los niños así como a periodistas, y a diferencia del ACNUDH puede hacer su trabajo sin necesidad de que un Estado haya ratificado ningún Tratado Internacional de Derechos Humanos y como ya mencione, su operatividad es temática en un determinado país o territorio, haciendo públicas sus investigaciones sobre la violación de derechos y emitiendo a su vez recomendaciones, en resumen, el Consejo tiene la facultad de prevenir abusos, desigualdad y discriminación, es básicamente el único organismo que informa a la Comunidad Internacional sobre violaciones a derechos humanos.
El Consejo está compuesto por 47 miembros en total y los nuevos 15 elegidos son los siguientes: por Europa Occidental, Reino Unido y Francia; por América Latina y El Caribe, México, Bolivia y Cuba; por Asia y el Pacífico, China, Nepal, Pakistán, y Uzbekistán; por Europa del Este, Ucrania y Rusia; por África, Malaui, Gabón, Costa de Marfil y Senegal.
Los organismos internacionales como Human Right Watch (HRW) y UN Watch (UNW), han criticado severamente la elección de países que a claras luces y que por diversos medios informativos han sido señalados como incesantes violadores de los derechos humanos, México y Bolivia, han sido señalados por UNW como cuestionables, y honestamente, no puedo estar más de acuerdo, porque el único país que quedo fuera de los 15 nuevos miembros de la Comisión fue Arabia Saudí debido a que por Asia y Pacífico solo estaban disponibles cuatro lugares y se presentaron cinco a votación, lo que ha reflejado este “parapeto democrático” es la necesidad de cubrir una cuota de miembros por región y que como mencioné al principio de esta colaboración, el acto de votación fue solamente un requisito a cumplir dado que ya se tenían aceptados a los nuevos miembros.
Claro esta querido lector que no se trata de excluir a aquellos con quienes no se está de acuerdo sino que siendo honestos, elegir a estos países a formar parte de quien investiga, promueve y defiende los derechos humanos es tanto como encargarle un encendedor a un pirómano o pedirle al zorro que cuide a los conejos.
Aquí queda a todas luces reflejada la enorme necesidad de una profunda reforma en la Organización de las Naciones Unidas pero sobretodo, una enorme reforma de la clase política que se tiene a nivel mundial, la mayoría son populistas, otros, socialistas de lectura y de trabajo nada saben hacer y sin embargo son quienes llevan la rienda de un país, por cierto y hablando de populistas, el gobierno de Mr. Trump ha dejado de manifiesto que la aceptación de Rusia, China y Cuba como nuevos miembros es una ratificación a su salida del Consejo, sabemos bien que Estados Unidos hace casi todo menos respetar los derechos humanos, sin embargo, si es quien más dinero aporta a la organización, así que esto también es una presión por parte del otrora gobierno más poderoso.
Habrá que seguir muy de cerca lo que se acuerde en la próxima sesión del Consejo en su sede en Ginebra, la cual se llevará a cabo el próximo mes de febrero 2021 y que de hecho es la que correspondía a este año pero que debido a la Pandemia fue aplazada. Estaremos a la expectativa del logro de acuerdos reales que puedan cumplir los gobiernos porque con estos miembros ya veremos quien está libre de pecado para lanzar la primera piedra.
Fecha de publicación: 14/10/2020