Para quienes a la menor provocación escuchamos música, el streaming es un excelente aliado para disfrutar de solistas y agrupaciones al alcance de cualquier dispositivo con solo usar pulgar e índice y que, al igual ocurre en las búsquedas por internet con la información otorgada, nos dictan siniestramente sus recomendaciones, las cuales acatamos alineados.
Las plataformas nos “conocen” a la perfección y usualmente nos muestran lo más escuchado dependiendo de varios factores: si es por una serie exitosa, nos enjaretan Running up that Hill de Kate Bush; si es por fallecimiento, renacerá musicalmente José José con sus grandes éxitos y en lo individual nos indicarán que le dimos play a Nodal, Interpol y otros, sin embargo, hay tres temas sin aparecer en nuestro top musical y los mexicanos escuchamos continuamente.
Me refiero a tres piezas que dudo haya persona las tenga en sus playlists de favoritas, pero son legado popular. Una, de sentimientos patrióticos; otra de celebración y la última, quizás tenga arraigo por la sencillez de letra y melodía.
Comencemos con el Himno Nacional, creado como ocurre en todos los países del orbe, para enaltecer el orgullo por la patria y en el caso de México, fue compuesto a mediados del siglo diecinueve después de varios fracasos militares, por lo que el entonces presidente Antonio López de Santa Anna (a) “Su alteza Serenísima”, convocó para la encomienda un concurso para la letra y otro para la música.
No se crea que las sospechas de corrupción e influyentismo son propios de estos tiempos, no. El ganador de la música fue el catalán Jaime Nunó, amigo cercano de Santa Anna y el galardón de la letra fue para el potosino Francisco González Bocanegra, hijo de un ex mandatario.
Se dice que González, medio huraño en participar en la convocatoria, fue sometido por su prometida, encerrándolo cuatro horas en una habitación para lograr su fin y es probable se encanijara el poeta, porque escribió la friolera de diez estrofas, lo que hubiera resultado difícil a la chamacada interpretarlo los lunes en los honores y más complicado para el Coque Muñiz y Ana Bárbara con sus lapsus al entonarlo, aun con la reducción en 1984 a las cuatro estrofas actuales.
Otra pieza de nuestro top son Las Mañanitas, ofrecidas y viceversa para celebrar onomásticos, cumpleaños y otros motivos, con momentos la mayoría alegres, aunque también incomodos cuando nos las dedican y no sabemos si entrarle a la entonada o solo dejarnos querer escuchándolas; incomodidad que ocurre cuando nos obligan a interpretarlas y no falta el grito autoritario de “¡canten!”, ante el desgano del personal.
Como muchas canciones populares, esta no es propiamente mexicana pues se acostumbra en varias naciones. Su origen es incierto, adjudicándolo algunos investigadores a los judíos asentados en la España medieval, pero concluyendo que fue introducida por los religiosos en el proceso de evangelización en el siglo dieciséis y por ello se retoma al rey bíblico David, quien en su mandato se aventaba sus rolitas de alabanza.
Con varias modificaciones durante siglos, la versión hoy conocida se la adjudicó Manuel M. Ponce a principios del siglo pasado, y ya que hablamos de transformaciones a tan celebrada melodía, hay una por demás peculiar y no me estoy refiriendo a la versión de Cepillín.
La desaparecida Yugoslavia en los años cincuenta estaba friccionada con la URSS y por lógica con el bloque capitalista, con el consiguiente veto comercial y cultural. El solidario México ofreció su ayuda, incluyendo la película Un día de vida (Fernández, 1952) con la trama de un revolucionario zapatista que va a ser fusilado y en su último día, le canta con lágrimas Las Mañanitas a su madre.
La cinta y escena conmovió tanto a la población yugoslava, que retomaron esta pieza para venerar a las cabecitas blancas, logrando además el arraigo de la música de mariachi hasta la actualidad en esta región, según constan los videos anexos:
https://www.youtube.com/watch?v=CcYXihpTtwM
https://www.youtube.com/watch?v=KEufPhGnDP8
https://www.youtube.com/watch?v=vz0IyiVhfwo
https://www.youtube.com/watch?v=mJsPMOiIGy0&t=62s
La última canción de nuestro hit parade nacional, es Cielito Lindo, una especie de Himno Nacional alterno, interpretado en situaciones adversas y de aliento, lo cual ocurrió en el terremoto de hace cinco años y no se diga en eventos deportivos, sobre todo en el extranjero.
Esta pieza tiene una suerte similar a Las Mañanitas: polémica en su origen, adjudicada a la música española y modificada para ser apropiarla por un compositor mexicano.
La controversia inicia con la Sierra Morena, región ubicada en Andalucía, pero rebatida la letra por estudiosos como Carlos Monsiváis, quien decía se refiere a una dama y le faltaba una coma a la conjugación: de la sierra, morena…. A saber.
Así mismo, en España han encontrado coplas con similitudes, pero sin una definición concreta de la canción que replanteó en 1882 el autor Quirino Mendoza, atribuida y registrada a su nombre, con la respectiva pertenencia legitima a sus herederos de este éxito en estadios.
Las primeras ocasiones que se utilizó para alentar a los connacionales en justas deportivas, ocurrieron en las olimpiadas de 1968, escuchándose antes, durante y después de las competencias en el sonido local de los inmuebles y la consiguiente entonación del respetable.
La canción quedó un tanto guardada para estos fines, resurgiendo con el fervor actual a partir del mundial de futbol de Francia, en 1998, debido a que los asistentes mexicanos palidecían ante los canticos elaborados de la fanaticada europea, sin más opción de sacarse de la chistera la romántica melodía, hoy cantada a todo pulmón cuando los juegos caen en el tedio.
Tres canciones que difícilmente vamos a elegir para nuestras playlists, pero aprendidas y escuchadas por la mayoría de mexicanos: sin ser tendencia, sobreponiéndose a cualquier género musical, sin distinguir condiciones e interpretadas al menos en una ocasión desde pequeñines en preescolar, pasando por el metalero radical, hasta el músico egresado de conservatorio.
Para comprobar nuestro top nacional, lo más probable es que en estos días dedicaran a alguien Las Mañanitas; otros más, se prepararán para el Cielito Lindo en Qatar y mientras tanto; gracias por sintonizarnos, recuerde que nos leemos en quince días por esta misma emisora. (Se escucha el Himno Nacional).
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