Vannia Vargas, una mujer de 26 años nacida en la ciudad de Celaya, Guanajuato, ha emergido como una fuerza transformadora en su comunidad desde una edad temprana. Criada en un entorno familiar donde el servicio y la solidaridad eran valores fundamentales, Vannia desarrolló un profundo sentido de responsabilidad hacia su existencia y una determinación innata para ayudar a quienes la rodeaban.
«Para mí, ayudar a quienes lo necesitan es más que un deber; es el sentido mismo de mi existencia», afirma Vannia, reflejando su arraigada convicción en el servicio altruista y el compromiso social.
Después de completar la educación secundaria, Vannia se embarcó en una búsqueda apasionada de su vocación. Su camino la llevó al Colectivo Luna Celaya a la edad de 18 años, donde se vio inmediatamente atraída por el tema de la sexualidad y los derechos sexuales y reproductivos. «El tema de la sexualidad siempre me ha llamado la atención»,
En Colectivo Luna, Vannia encontró un espacio propicio para su desarrollo personal y su activismo. Participando en proyectos como «Los Orgasmos de la Luna», se dedicó como voluntaria, comprometida en la deconstrucción de paradigmas y la promoción del respeto a la diversidad sexual. «Reconocer las violencias y conocer cosas de mí misma fue un proceso esencial en mi camino«, reflexiona Vannia sobre su experiencia en el colectivo.
Su incursión en el feminismo marcó un punto de inflexión en su vida y en su trayectoria académica. Inspirada por la búsqueda de la libertad y la igualdad, decidió estudiar Desarrollo Regional en la Universidad de Guanajuato, Campus Salvatierra. Durante sus estudios universitarios, Vannia canalizó su pasión por el feminismo en sus investigaciones, centradas en temas de género y feminicidios. Con una mirada crítica y comprometida, buscó comprender integralmente la complejidad de las estructuras sociales y contribuir a la creación de proyectos sustentables y sostenibles que beneficiaran a las comunidades más vulnerables.
“El feminismo es la libertad de ser como tú quieras«, explica Vannia, revelando su profundo compromiso con la emancipación de las mujeres y la construcción de una sociedad más justa y equitativa.
La pandemia del COVID-19 no hizo sino intensificar su espíritu contestatario y su compromiso con la justicia social. Con valentía y determinación, en 2020 Vannia se convirtió en una firme defensora del derecho a decidir, ofreciendo acompañamiento y apoyo a mujeres que buscaban realizarse abortos de manera segura. Acompañó alrededor de 20 mujeres en su proceso de aborto seguro. Debido a la frecuencia de casos que se presentaban en la región, tiempo después, avaló sus conocimientos y se certificó, avalado por la SEP, para ofrecer cursos a más mujeres.
Su activismo la llevó a participar en la organización de la Marcha LGBT+ en su ciudad, así como en programas de radio y campañas contra la homofobia. «El activismo es adquirir el compromiso y reconocer la importancia y responsabilidad de la voz de una. Tengas o no el reconocimiento. Un amor a que las cosas puedan cambiar. Sabemos que esto no será para nosotras… pero le tocará a las que siguen«.
Desde hace un semestre, Vannia fue seleccionada en el programa Enseña por México. Como docente en comunidades rurales en el Estado de Puebla, Vannia encuentra una plataforma para promover la igualdad de género y empoderar a las jóvenes. Su participación en programas educativos como Enseña por México refleja su compromiso con la formación de las nuevas generaciones y su convicción de que el cambio social comienza desde temprano.
“Lo que disfruto de ser docente es verlos diario. Diario algo es diferente: ideas, expresiones, progresos. Todo vale la pena cuando ellos sonríen, aprenden, tienen dudas, generan sus curiosidades. Ver tantas vidas a la vez…”
Además de ser una activista, Vannia encuentra paz y renovación en la naturaleza y la introspección. Disfruta de momentos de tranquilidad y contemplación, valorando la importancia de cuidar de sí misma para poder seguir luchando por los demás.
“Me defino como una mujer que es muy testaruda y muy terca pero también eso hace a la vez de mis más fuertes motivaciones para hacer muchas cosas. A través de esos “defectos” encuentro mucha pasión. La ayuda colectiva es lo que salvará a la humanidad de todos los retos y cambios que se vayan presentando. Me encanta compartir momentos con otras personas, pero aprecio los espacios conmigo misma.”
En resumen, Vannia Vargas es mucho más que una activista o una docente; es una fuerza de cambio y una voz de esperanza en un mundo que tanto lo necesita. Con su determinación, su pasión y su compromiso, continúa forjando un camino de transformación y lucha por un futuro más justo y equitativo para todos y todas.
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Mujeres x Celaya es una serie de biografías escritas por Ximena Ojeda que busca visibilizar y resaltar el trabajo de mujeres en la región: activistas, artistas, profesionales, que trabajan activamente por ayudar a las/os otras/os. Pese a la violencia, la corrupción y el abandono de las instituciones, RESISTEN en una de las ciudades más violentas.
