Miremos alrededor…
Todo lo que está aconteciendo es una llamada de atención al AMOR que nos está faltando ofrecer a los demás, a nuestro amado, pero a la vez tan maltratado planeta Tierra.
Existe un Amor Primario, a través del cual nos sentimos grandes y magníficos de acuerdo a los deseos que los demás nos satisfacen. Aquí lo importante es ser feliz y sentirnos satisfechos a costa de los demás [incluyendo a nuestro planeta y todo lo que lo conforma].
Hay otro Amor, y este es evolución del primero, donde damos y recibimos a través de acuerdos y pactos constituidos en pleno diálogo y libertad. Pocos escenarios vemos en nuestro tiempo presente donde se vivan dichos acuerdos, la realidad nos demuestra todo lo contrario [nos hacen creer seres del primer mundo, pero cuando no se puede ofrecer lo que nos piden por no tener los medios, nos damos cuenta de la involución en que se está viviendo].
El último tipo de Amor, el cual llamaremos AMOR con MAYÚSCULAS es y será el único que nos permitirá crecer, evolucionar, salir verdaderamente adelante… sobrevivir en los últimos tiempos.
El AMOR con MAYÚSCULAS… “es un Amor más allá del sentimiento y la consciencia egoica que, como metaidentidad suprema, es capaz de sentirse por aquellos hombres y mujeres que ya se han reconocido como Luz y Amor consciente.”
Nuestro planeta Tierra está cambiando y dichos cambios son originados por aquello que hemos generado a este gran Organismo Vivo… nos está hablando y parece que estamos ofreciendo oídos sordos a sus lamentos.
¿Qué sucede cuando nos excedemos en algo? ¿Cómo reacciona nuestro organismo?
Lo mismo acontece con ese gran organismo vivo, nuestro planeta Tierra… ¿En qué lo estaremos fracturando… indigestando… amputando… colapsando… infartando?
Días atrás un padre de familia me comentaba… ¿Qué pasaría si en este momento toda la humanidad dejara de fumar? ¿Qué sucedería si en este preciso momento toda la humanidad se pusiera en oración?… ¡Cuánto bien le haríamos a nuestro planeta! ¡Cuánta energía emitiríamos para poder subsanar al planeta y a la humanidad! ¡Lograríamos un bienestar propio y para nuestro planeta!
¿Qué entiendo de todo lo dicho y acontecido anteriormente?… que aún falta por evolucionar en el AMOR, ese AMOR con MAYÚSCULAS.
El día que amemos más allá de los sentimientos y la consciencia egoica… dejando a un lado los intereses individuales, los apegos, el buscar el placer y felicidad a través de los demás, ese día podremos levantarnos con orgullo al lado de los demás sin distinción de credo, política, sexo, sino únicamente en la sintonía del AMOR CONSTRUCTIVO.
Cuando reconozcamos la Luz y el Amor consciente en los demás… ese día caminaremos con una consciencia constructiva, pensando antes de actuar, que nos llevará a realizar actos que promuevan el bien, la paz, el amor, pero sobre todo, pensar, hablar y actuar como protagonistas de la propia historia.
Los momentos fuertes se están viviendo y piden de nosotros salir del egoísmo [Amor primario], esforzándonos por evolucionar hacia el AMOR con MAYÚSCULAS… el Amor que va más allá de la consciencia egoica.
Tiemble o no tiemble, haya huracanes o no, es momento de compartir y mirar la gran riqueza que poseemos internamente, encender nuestra voluntad por medio de la gran Luz que tenemos desde el momento de nuestra existencia, para que inicie una era de Amor, de Paciencia, Tolerancia, Valentía, Espiritualidad y Sabiduría, ante cada acontecimiento, pero sobre todo, de crear Verdaderos lazos de Amistad e Incondicionalidad, estemos cerca o no, independientemente que nos separe el espacio, tiempo, distancia… cuando el AMOR con MAYÚSCULAS se hace consciente no existe ningún Muro o Desgracia que logre minimizarlo.
Ego sum Lux
Por: Antonio Hernández Mascote.
